Un Presidente sin ideas y sin norte, no dijo nada nuevo, no tiene capacidad de tomar decisiones sobre el déficit público, los incendios, la inflación elevada, la subvención, temas que evitó hablar en su discurso, así como de la deuda externa, es la opinión de economistas que quedaron decepcionados por las declaraciones y medidas asumidas.
Como se recordará el presidente Luis Arce dio una explicación sobre la caída de las reservas de gas natural, así como de la caída de la producción, que provocó una reducción de los ingresos por la venta del recurso natural a países vecinos.
También dijo que la demanda se incrementó en los últimos años, así como la compra de combustibles de afuera; y que ahora enfrenta una difícil coyuntura por la escasez de dólares, y culpó a Evo Morales, pese a ser su ministro de Economía, al contexto internacional, sabiendo que la inflación va en aumento por un dólar caro y también al cambio climático, pero se rehusó a admitir su mala gestión.
Sin embargo, para el rector de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz, Vicente Cuellar, dijo que lo único bueno del mensaje del Presidente es la confesión que hizo después de 18 años de Gobierno, que el país está quebrado y la economía está quebrada, y los culpables son los masistas.
“Echo la culpa a Evo y se olvidó que él era parte del gobierno”, lamentó Cuellar.
Mientras el economista Gonzalo Chávez, en entrevista con medios de comunicación, dijo que el mensaje mostró a un Presidente sin ideas, sin norte; por ello pidió ayuda a los economistas, ya que necesita ayuda; no dio nada nuevo; el Gobierno perdió el norte y no tiene capacidad para tomar decisiones.
Como, por ejemplo, para asumir medidas contra el déficit público, sobre los incendios y la inflación elevada.
Mientras el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, agradeció la clase de economía del Presidente, pero no resuelve la crisis, ni responde las necesidades de la población en cuanto al desabastecimiento de carburantes, escasez de dólares y una inflación creciente.
“No se habló de la subvención a los carburantes, tipo de cambio fijo, deuda externa, déficit comercial y nuestro gran problema, el déficit fiscal. Las medidas pueden ser buenas, aunque no perfectas, pero son de mediano y largo plazo, pero no es lo que la gente necesita ahora. ¿Para cuándo las soluciones objetivas, sostenibles e inmediatas? No todo es culpa del anterior gobierno, ni del clima o del contexto externo, hay que asumir también nuestros errores y responsabilidades, dentro del marco del pragmatismo y democracia”, sentenció.