“Si fuéramos a atender la demanda de Bolivia sería hacer prácticamente un nuevo proyecto y hacer un proyecto de esa magnitud demandará dos años más”, aseguró el representante de Brasil, Miguel De Souza.
Explicó que para cumplir con los cuestionamientos al proyecto por parte de Bolivia se tendría que hacer una nueva propuesta, situación que demandaría más tiempo y que los recursos que ese país ya destinó a la obra podrían redireccionarse a otro proyecto.
Especificó que las modificaciones bolivianas se refieren a que el país pretende tener navegación plena sobre el río Madera y que el puente sería de tramo libre, además que crecería de 120 metros a 180 y que el calado aéreo pasaría de 16 a 19 metros.
Desde principios de este mes, la obra generó controversia entre las autoridades bolivianas. El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, realizó observaciones al proyecto e impulsa algunos cambios, además cuestionó a la población que apoya la propuesta del gobernador de Beni, Alejandro Unzueta, de mantener la obra con el actual trazo.
Al respecto, la máxima autoridad de Beni le respondió que, por el contrario, él estaría velando por el bienestar del pueblo beniano.