De acuerdo a información internacional, las ventas al exterior de China descendieron un 14,5% frente al mismo mes del año anterior y el superávit comercial también fue afectado, registró una reducción interanual del 15,7%.
Medios internacionales en su momento indicaron que el gigante asiático habría ingresado en una recesión en los primeros meses de la presente gestión y que la situación no cambiaría en los próximos meses, sino todo lo contrario, podría empeorar.
Ante ese panorama adverso las autoridades chinas han trabajado en fortalecer su mercado interno, que no ha sido desarrollado, sino se dedicaron más a la exportación que a la venta interna.
Así lo señala el periodista Jing Xuan Teng, publicado en infobae.com, que señala que los datos probablemente intensificarán los llamados a los líderes para que hagan más por reactivar el crecimiento, tras haber presentado en las últimas semanas una serie de medidas de estímulo centradas en los consumidores y en el problemático sector inmobiliario.
Las ventas de productos chinos a mercados extranjeros cayeron un 14,5% interanual el mes pasado, la tercera caída consecutiva, según la autoridad aduanera.
El descenso fue mayor de lo esperado y el más fuerte desde la caída del 17,2% registrada en enero-febrero de 2020, cuando la economía se paralizó en las primeras semanas de la pandemia del virus covid-19, señala la publicación.
Aparte de un breve repunte en marzo y abril, las exportaciones han estado en constante descenso desde octubre.
La amenaza de recesión en Estados Unidos y Europa, unida a la elevada inflación, ha contribuido a debilitar la demanda internacional de productos chinos en los últimos meses.
Los envíos a la Unión Europea en los siete primeros meses del año ascendieron a 2,08 billones de yuanes (288.900 millones de dólares), un 2,6% menos, según informó la autoridad aduanera en otro comunicado.
Por su parte, las importaciones se redujeron un 12,4%, un noveno mes consecutivo de contracción y una prueba más de que la demanda interna ha caído en picada.