A pesar de los desafíos que enfrentan los desarrolladores inmobiliarios en Bolivia, el mercado residencial en la ciudad de Santa Cruz sigue demostrando su fortaleza, con un incremento del precio promedio de 1.021 dólares por m2 a 1.059 por m2. Esto coincide con una importante reducción en el stock de ventas para entrega inmediata, de 3.830 unidades el año anterior a 2.987 unidades, actualmente, que al ritmo de venta actual alcanzarían para aproximadamente 7 meses. Junto con esto podemos ver el incremento de nuevos proyectos en preventa y en construcción, lo cual refleja una reactivación económica.
En comparación, en la ciudad de La Paz hay 2.117 unidades en stock para entrega inmediata, que al ritmo de venta actual alcanzarían para aproximadamente 9 meses.
En ambos mercados se ha evidenciado un leve descenso de la tasa de ocupación de los inmuebles y un incremento de la mora en la cartera hipotecaria de las entidades financieras, que son señales de alerta a tomar en cuenta.
El estudio evidencia que el mercado inmobiliario del país sigue mostrando una notable resiliencia, gracias al crecimiento de las ciudades del eje central que continúa generando demanda de vivienda nueva. El Gobierno y el sector privado tienen el reto de encontrar maneras de ayudar a las familias más necesitadas, para acceder a la vivienda propia y reducir el déficit habitacional.