El mercado externo percibe el deterioro de la economía nacional, sumida en una escasez de dólares, freno a las exportaciones, falta de combustible y baja inversión pública, debido a la iliquidez e insolvencia del Gobierno. Una muestra es el aumento del riesgo país, así como la presión para reformular el PGE 2023 y aún desconocido del 2024.
Las señales de que las cosas no andan bien están en los indicadores, y uno de los principales es el crecimiento económico, que a principios de año el Gobierno estimó en 4,8%, pero en las últimas semanas esperan que llegue a por lo menos 3%.
Mientras los organismos internacionales proyectan que máximo podría llegar a 2,2% o en su defecto a 1,8%. La reformulación del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 está en espera su aprobación y el retraso incidirá en el crecimiento, según el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
Respecto al tema, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Luisa Nayar, confirmó que sólo el 28% del presupuesto es para las gobernaciones, municipios y universidades, que son migajas -el resto- más del 80%, se lo llevará el Gobierno Central.
Como se recordará, las autoridades económicas informaron que el reformulado llega a 5.000 millones de bolivianos y casi 1.000 millones serán destinados a gobernaciones, municipios y universidades, entre otros, y 4.000 millones se quedarán con el Gobierno.
Escenario delicado
La economía boliviana enfrenta un escenario delicado por la caída de divisas y la dependencia de combustibles importados. En el informe de agosto de 2022 ya se advirtió los riesgos, según X (antes Twitter) de Fundación Milenio.
Bolivia necesita una política de disciplina y responsabilidad fiscal para estabilizar la economía. El subsidio a los combustibles importados es insostenible y la producción de gas natural está en declive, agrega @fmilenio.
El Gobierno en sus últimas declaraciones indicaron que el contexto internacional adverso impactaron en la economía, pero destacaron los indicadores del crecimiento a octubre, la cifra baja de desocupación y la menor inflación de la región.
Mercado externo
El mercado externo mira con atención a la economía nacional, cómo se desenvuelven los indicadores macroeconómicos. Las políticas que implemente el Gobierno para mejorar la economía nacional provocará calificaciones altas o bajas y el riesgo país aumenta o baja, así como la percepción de la confianza en Bolivia está en duda.
El “riesgo país de #Bolivia arriba de los 1.924 p.b. Los mercados privados de capitales están prácticamente cerrados para el país. El deterioro es constante y se percibe desde afuera”, escribió el economista Gabriel Espinoza Y. en la red social X (antes Twitter) @g_espinoza.
Pero no sólo se afecta a los créditos privados; el aumento del precio del barril de petróleo en el mercado internacional pone en aprietos al país, pues su costo del subsidio a los hidrocarburos se incrementa.
La falta de dólares en el mercado nacional provoca escasez de diésel, por ejemplo. Las autoridades del sector de hidrocarburos tienen puntos de vista diferentes, pues unos indican que obedece al retraso del pago a los proveedores, otros que se debe a otros temas.
Los economistas ya plantearon la suspensión del subsidio a los hidrocarburos, pero el Gobierno insiste a pesar de que enfrenta escasez de dólares.
«El problema del subsidio es que crea la ilusión de que varios emprendimientos son rentables, cuando en realidad no lo son», según el analista financiero, Jaime Dunn, publicado en X (Twitter) @JaimeDunn_.
Dunn participó en el programa Entre Líneas con William Herrera, en donde realizó varias declaraciones sobre la economía nacional, así como de los datos que muestra el Gobierno como un logro de su gestión.
Por ejemplo, sobre la caída de la desocupación, debido al aumento de la informalidad, que ocupa a las personas en condiciones precarias, señala que la culpa lo tiene el Gobierno. «La causa de la informalidad es el Estado tranca», asegura.
«En Bolivia un impuesto es una multa por ser formal», sentencia el analista, que en declaraciones anteriores mencionó que la cifra del subsidio para la presente gestión alcanza a 2.000 millones de dólares y casi el 80% son para los combustibles.
Inflación
Con respecto a la inflación baja, el economista Gonzalo Chávez Álvarez escribió en X (Twitter) @GonzaloCHavezA: “La inflación + baja de la región, pero los subsidios más altos del planeta que no se pueden financiar. La tasa de desocupación + baja, pero en base a un 80% de trabajos precarios en economía informal. Crecimiento económico enano pero que no se sustenta, ya no hay el excedente del gas”.
En su momento, Espinoza también dijo que esa cifra baja también es apoyada por la reducción de utilidades de los empresarios, así como por el contrabando y el control de precios en el mercado nacional.
Comercio exterior e inversión pública
Por otra parte, el déficit comercial también afectará al crecimiento de la economía nacional, pues no habrá los recursos necesarios para impulsar la inversión pública, que no llegará su ejecución ni al 50%.
El Gobierno bajó en 20%, aproximadamente, los recursos de la inversión pública, de 5.015 millones de dólares en 2022 a 4.006 millones en 2023, mientras tanto se desconoce la cifra que se fijará para la próxima gestión, 2024.
El 2022 la ejecución de la inversión pública alcanzó a 52% y se estima que en la presente gestión no llegue a esta cifra debido a los problemas que enfrenta el Gobierno por la falta de recursos. Romero, en su momento, indicó que se podría sacrificar la inversión pública y reducir el crecimiento, para no subir el déficit fiscal.
Lo cierto es que el clima de negocios no mejora en el país y por ende, las inversiones no llegan al país. Los frenos que pone al capital privado dan señales negativas al mercado internacional. Por ejemplo, a la fecha no dejan despegar a la línea aérea Amaszonas, debido a la burocracia estatal por mantener el monopolio.