El diálogo público privado se retomó ayer con la ausencia del sector privado y agropecuario de Santa Cruz.
Si el Gobierno insiste en no tomar en cuenta el déficit fiscal, las medidas que se tomen en la reunión con empresarios serán incompletas, afirmó la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), que ayer no asistió a la reunión con el Órgano Ejecutivo.
La Cainco expresó a través de su presidente, Jean Pierre Antelo, su preocupación de la lectura que tiene el Gobierno, alejada de la realidad económica de las empresas, de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto.
Lo que impide un abordaje correcto de los problemas por el que pasa el país. Varios economistas, como Gonzalo Chávez, Gabriel Espinoza, Jaime Dunn y Fernando Romero, coincidieron, por separado, que el Gobierno tiene una lectura diferente de la realidad.
Recomendaron a las autoridades de Gobierno a reconocer la crisis económica para empezar a tomar medidas, una de ellas tiene que ver con la subvención a los combustibles, que data de muchos años, y ya el exministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, dijo que el financiamiento era insostenible.
La Cainco asegura que el alto déficit fiscal no es un factor aislado, ya que tiene un impacto en la economía nacional, y resta dólares a las familias y empresas. La imposibilidad de incluir en el diálogo, las medidas serán incompletas y los resultados no serán sostenibles.
En ese contexto, el directorio de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz decidió no asistir a la reunión programada para el día de hoy (ayer), en el marco del “Diálogo por la economía y la producción”.
Explicación
La entidad privada sostiene que “el desarrollo de la reunión del pasado miércoles nos generó una profunda preocupación, dado que, lamentablemente, el Gobierno tiene una lectura alejada de la realidad económica de las empresas, los trabajadores y la sociedad en su conjunto. Esto impide la viabilidad en un verdadero abordaje de la problemática, así como de la falta de acogida a las propuestas planteadas por parte del sector privado. Nos hemos sentido oídos, más no escuchados”.
Sostiene que existe una necesidad inminente de abordar los temas desde su raíz y sus verdaderas causas, lo cual implica reconocer que el alto déficit fiscal no es un factor aislado, sino que tiene un impacto directo en la economía nacional, restando dólares a las familias y a las empresas.
“La imposibilidad de incluir, ese elemento medular, en el diálogo tendrá como consecuencia medidas incompletas y resultados no sostenible. Además muestra la falta de predisposición de una de las partes a ser protagonista de ajustes, mientras que, a la otra, al sector privado, se le demanda acciones y se le acusa implícitamente de falta de conciencia y patriotismo; nada más alejado a la verdad”, resalta.
“(…), hemos sentido de manera desalentadora que las soluciones planteadas por el Gobierno parecen ya estar predefinidas y validadas. Y lo que nos preocupa es que van en el sentido contrario a resolver la delicada situación económica. Un claro ejemplo, es la manifiesta intención de implementar un nefasto mecanismo de control y racionamiento de divisas, argumentado equivocadamente que el sector privado es el responsable de la escasez de dólares”, remarca.
Asegura que el análisis realizado por la entidad, muestra que la solución debe ser integral, y se debe incluir medidas fiscales, monetarias, cambiarias y productivas, donde cada actor tiene un rol que debe asumir.
“Las medidas parciales solo generan mayor incertidumbre y preocupación, así como una clara señal de que el principio de urgencia no es una coincidencia”, apunta.