Con diversas manifestaciones culturales, miles de familias abarrotaron los cementerios de la ciudad en recordación de sus seres queridos en una de las festividades más importantes del mundo católico. Hubo cánticos ejecutados por varios conjuntos musicales, comida, masitas y las infaltables oraciones por las almas. En el camposanto, se escucharon las canciones de la preferencia de los difuntos, abundaron las ofrendas, aunque también las bebidas espirituosas en las inmediaciones del lugar.
No se encontro contenido.