La inflación acumulada, de enero a septiembre 2024 fue de 5,53%, esto refleja el dato más alto durante este año, de acuerdo al recientemente informe publicado del INE sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Al mes de septiembre de 2024, se tiene un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 0,88%. Este dato es el 2º más alto de lo que va el año, después de lo registrado en agosto (1,58%), señaló el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
Sin embargo, si comparamos la inflación de septiembre 2024 con las de los demás años, durante el mismo mes, es la más alta observada desde el 2018. La inflación acumulada de enero a septiembre, fue de 5,53%, que refleja el dato más alto de la presente gestión.
“Si comparamos el dato de la inflación acumulada, de este 2024, de septiembre con la de enero, del noveno mes del año es 70 veces más grande a la registrada en enero 2024”. En otras palabras, la inflación acumulada creció en unos 5,45 puntos porcentuales o en 6.917%.
Mientras tanto, la inflación interanual o a 12 meses, en septiembre 2024 fue de 6,18%, la cual, fue también la más alta hasta ahora del año. Se evidencia, al igual que el dato del IPC del mes de septiembre, las cifras de la inflación acumulada y la interanual, también son las más elevadas desde el 2018, reitera Romero.
Explicó que las variaciones indicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), positivas y negativas, en los precios de los bienes y servicios del mes de septiembre 2024, no coinciden plenamente con los incrementos o decrementos de precios observados en los mercados y ferias del país. Evidentemente, la tendencia es alcista, inclusive en los productos de contrabando.
El deterioro del comercio exterior boliviano, principalmente por la escasez de dólares y su precio elevado en el mercado informal ha sostenido el desabastecimiento de algunos productos, entre ellos, los carburantes. Como también el encarecimiento de sus precios, afectando notablemente el poder adquisitivo del peso boliviano.
Si a esto se suma la caída en la producción y exportación primaria de la economía boliviana, esto puede derivar en una crisis alimentaria o al menos en no garantizarse para el mercado interno, consecuentemente ante la escasez puede llevarse a una mayor inflación.
“El escenario inflacionario del país es bastante complejo, ya que la crisis fiscal desde el 2014, ha derivado en una crisis comercial, monetaria y cambiaria, haciendo que el coste de vida suba más en Bolivia. Se estima que nuestro poder adquisitivo ha caído desde enero a septiembre en al menos un 45%”, apuntó.
“Más allá de los temas económicos y hasta políticos que tienen igual su incidencia en la suba de los precios de nuestra economía, se presenta ahora un panorama negativo, con la posible escalada bélica en el medio oriente, lo cual ha generado una elevación del precio del petróleo en los mercados internacionales. Si esto continua, importar carburantes será más caro, se elevará la subvención a los mismos, y por ende el déficit fiscal. En términos generales, importar también será más costoso, lo cual puede incrementar más aun nuestra inflación hasta fin de año, que, de hecho, ya es elevada”, sostuvo.
Si continua esa tendencia sostenida y creciente de elevación de precios, podríamos tener una inflación acumulada en 2024, entre un 7% a 9%. Recordando que el 2023 fue de 2,12%, hasta septiembre de esta gestión la cifra es 2,6 veces mayor a la registrada en todo el año pasado, alertó.