A pesar de que el Gobierno anuncia el pago puntual de la deuda externa, las calificadoras internacionales bajan la puntuación, que refleja el pésimo manejo de la economía nacional. Bolivia pierde terreno en confianza nacional e internacional, se va deteriorando la imagen del país y el riesgo de un default sigue latente.
El pasado 4 de octubre S&P Global Ratings confirmó calificaciones de “CCC+/C” de Bolivia; la perspectiva se mantiene negativa. La entidad señala que los pagos de deuda comercial externa más altos en 2026 y la limitada liquidez externa podrían afectar la capacidad de Bolivia para servir la deuda.
También indica que un estancamiento político limita la capacidad del país para implementar políticas que puedan hacer frente a sus crecientes desequilibrios macroeconómicos.
La perspectiva negativa indica el riesgo de una baja de calificación en los próximos 12 meses, si el perfil externo de Bolivia empeora aún más y perjudica su capacidad para pagar su deuda comercial externa.
El economista Gonzalo Chávez, en sus redes sociales, ya indicó que el país ingresó a un proceso de estanflación, debido a un incremento de los precios de los productos en el mercado nacional y casi un crecimiento estancado, de acuerdo a cifras oficiales del primer trimestre, la economía nacional llegó a 1,31%.
Mauricio Ríos García escribió que finalmente, han llegado los riesgos de estanflación, tanto en la economía global como la de Bolivia.
Mientras tanto, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó que el Estado tiene entre sus prioridades el cumplimiento de todas las obligaciones adquiridas ante sus acreedores en el corto y largo plazo, por tanto, rechaza las estimaciones pesimistas de posibles incumplimientos como lo anuncia la calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P), en su último informe.
A pesar de los constantes anuncios sobre un posible cese de pagos de la deuda, al 30 de septiembre de 2024, Bolivia ha cumplido con el pago del 82% de la deuda pública externa programada para este año.
Asimismo, en el marco de la gestión sostenible de la Deuda Pública, el ratio de la deuda pública consolidada presentada como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), a mayo de 2024, alcanza a 45,1% y no supera el 60% del PIB, como afirma S&P.
Sin embargo, economistas señalan que la deuda pública bordearía el 80%, tanto interna como externa.
A pesar de las explicaciones de las autoridades nacionales sobre el cumplimiento del pago de deuda, economistas alertan que se mantiene el riesgo de ingresar a un default, debido a la caída de los ingresos por la venta de hidrocarburos y no hay otras fuentes para reemplazar la caída.
El economista Ernesto Sheriff escribió en @beltran_hect: Amigos del BCB me informan que se estuvo a punto de default el anterior mes y tuvieron que “hacer aparacer plata del otro lado” para cubrir el hueco.
El consultor financiero Mauricio Ríos García escribió en su cuenta @riosmauricio: S&P mantiene calificación de “CCC+” para Bolivia, que “refleja su débil capacidad para cumplir plenamente con sus compromisos de deuda en el largo plazo bajo un perfil externo frágil”.
Así es, Bolivia pavimenta el camino al default y la inflación, apuntó.
Bonos
Mientras tanto, el economista Darío Monasterio explicó que Bolivia solicitó la evaluación cuando ingresó al mercado privado para la venta de bonos soberanos. “Para entrar a ese mercado (Wall Street) de bonos, firmamos compromiso, para que califiquen nuestro riesgo país”, señaló.
Esa calificación ayuda a los países a mostrar sus condiciones económicas para atraer inversión privada internacional y Bolivia requiere capital externo.
El analista económico, Antonio Saravia, con respecto a la nota de Standard & Poor’s, informó que la comunidad internacional nos ve como un país frágil, muy problemático, con mucho riesgo y esto se refleja en la calificación.
El país estaría al borde de un proceso de default, no tenemos plata, pues se acabó el negocio del gas y la falta de seguridad jurídica y la aplicación de cupos, afectaron a la iniciativa privada.
No hay donde conseguir dólares, apuntó a tiempo de indicar que Bolivia no va tener recursos para pagar deuda en el futuro y los exportadores no traen dólares debido a las trabas burocráticas.
Por su parte, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, dijo que la calificación confirma que la economía nacional pasa por graves problemas crediticios, fiscales, monetarios, comerciales y hasta políticos.
Sostuvo que el informe proyecta un crecimiento económico de 1,5%, casi similar a los estimados por organismo internacionales.