A pesar de que el Gobierno anunció que subieron las reservas del litio a 23 millones de toneladas que a la fecha no cuentan con certificación, la explotación del mineral tomará su tiempo pese a los anuncios. Ahora miran a este recurso estratégico para mejorar sus ingresos y el país vuelve al círculo de las materias primas. El economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, hace recuento de los cuatro momentos históricos de Bolivia en este aspecto.
El economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, dijo que el modelo económico del gobierno de turno apunta a los recursos naturales y no ha diversificado las exportaciones, se mantienen entre tradicionales y no tradicionales, 80% y 20%.
Bolivia vuelve a la maldición de los recursos naturales, frase que en reiteradas oportunidades repitieron analistas económicos, debido a que la venta de materias primas se mantiene y la industrialización no llega, ya pasaron más de 12 años desde que se inició el proceso del litio y aún no se llegó a nivel industrial el carbonato de litio, sólo de cloruro de potasio.
En un principio, el gobierno se encerró a llevar por iniciativa propia el proceso, que ya tomó su tiempo y a la fecha opta por otra tecnología extranjera, a través de la convocatoria internacional, chinas y rusas, ahora recién busca implementar otro proceso.
En su cuenta de TikTok, Chávez dice que la maldición de los recursos naturales se mantiene y a pesar de la explotación de las materias primas, seguimos siendo un país pobre en vías de desarrollo.
A pesar de toda la plata que ingresó por concepto de la venta del gas, que se destinó a obras a través del programa Bolivia Cambia y Evo Cumple, tres medios nacionales revelaron que no se cumplió nada.
Chávez sostiene que la historia económica de Bolivia está plagada de una serie de titulares que apuntan a las materias primas. Por ejemplo, Bolivia el mayor reservorio de plata; en la mitad del siglo XX, el país una potencia de estaño; en los últimos 30 años, la nación como centro latinoamericano de gas; y ahora en el siglo XXI, con las reservas de litio más grande del planeta.
«Caminamos en círculo. Cada cierto período de año vuelve a los recursos naturales. Apostamos a la plata, estaño, gas natural y seguimos siendo un país en vías de desarrollo», reflexionó el economista al indicar que Bolivia sigue siendo el mendigo sentado en una silla de litio.
El patrón de desarrollo extractivista con poco resultado en temas de productividad, mejoras sociales y diversificación productiva, que a la fecha no mejoró la situación económica del país, pues las ventas dependen de los precios de las materias primas, a pesar de que se sintió un leve incremento de los no tradicionales, la situación no cambió.
Ya se hizo el recuento de que las ventas de gas superaron los 6.000 millones de dólares en 2014, y la renta petrolera por encima de los 5.000 millones, pero el año pasado la cifra cayó a menos de la mitad, ahora con el anuncio de Argentina de dejar de comprar gas el próximo año, la situación empeorará.
A pesar de los anuncios de aumentos en la recaudación tributaria, las cifras no son suficientes para cubrir los gastos del Estado y menos destinar a la inversión pública, ahora acude a préstamos internacionales. Los economistas criticaron a la actual administración, ya que ahora le tocó estirar la mano por ayuda económica.
Chávez y otros economistas plantearon que se vuelque la recaudación a los cocaleros, cooperativistas, flexibilizar los tributos para que haya más contribuyentes; y, lo más importante, reducir el aparato estatal, que supera el medio millón de funcionarios públicos.
Gonzalo Chávez Álvarez escribió en su @GonzaloCHavezA que “con pequeño atraso de 17 años, el gobierno decide intervenir en el sector cooperativista minero del oro. Debería hacerlo en toda Bolivia. Ahora debe cobrar un impuesto más alto en este sector porque el año pasado tuvo una renta de exportación de $us 3.000 millones, 4.8% es poco”.
Además en su Twitter señala que «así vamos. De potencia productora y vendedora de gas, al parecer, nos convertiremos en transportador de gas argentino al mercado más grande de América Latina: Brasil. Viviremos de alquilar la infraestructura de nuestros gasoductos. Alguien dirá peor es nada».