El tipo de cambio fijo será difícil mantener ante la falta de dólares en el Banco Central de Bolivia, pero la devaluación no es una alternativa pues implica otros riesgos.
Bolivia tiene un tipo de cambio fijo desde hace muchos años; sin embargo, en el mercado paralelo el valor del boliviano sufrió una devaluación de más de 50%. Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta que las devaluaciones en países emergentes impactarán en la estabilidad financiera, por ello recomienda que los bancos centrales implementen los instrumentos adecuados para encarar este contexto.
El escenario base sigue siendo de un aterrizaje mundial suave, tal y como se mostraba en la actualización de julio de las Perspectivas de la economía mundial. El pronóstico de crecimiento económico en los mercados emergentes ha variado poco, con proyecciones que tan solo han aumentado a 4,3%, tanto para este año como para el próximo. En la mayoría de los principales mercados emergentes se pronostica que la inflación siga moderándose hasta situarse en los rangos fijados como meta, lo que permitirá relajar la política monetaria en el futuro cercano, señalan los economistas del Fondo Monetario Internacional, Tobias Adrian, Fabio Natalucci, Jason Wu, en su artículo titulado: Evolución de las divisas en los mercados emergentes y sus implicaciones para la estabilidad financiera.
Asimismo, también indican que, sin embargo, en términos netos las monedas de los mercados emergentes han caído aproximadamente 4% respecto al dólar estadounidense en lo que va del año, incluso después de la recuperación parcial registrada en las últimas semanas. Las monedas de América Latina han caído 5%, mientras que las de los mercados emergentes de Asia lo han hecho en un 4%. La depreciación de las divisas de Europa central y oriental y África ha sido más leve. Es importante analizar si nuevas depreciaciones podrían acarrear consecuencias negativas para la estabilidad financiera.
Como se recordará, Bolivia es el único país de la región que mantiene un tipo de cambio fijo en la región, mientras las monedas de naciones vecinas fluctúan de acuerdo a las tasas de interés que implementan sus bancos centrales.
“Hay economías que usan el dólar como moneda de mercado, de manera oficial y otras no”, según el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, a tiempo de indicar que si bien un tipo de cambio fijo puede evitar algunos shock externos, pero es un arma de doble filo.
De acuerdo al economista, la implementación de un tipo de cambio fijo hace vulnerable, económica y financieramente, no solo a la economía pública sino también a la economía privada.
Explicó que para mantener un tipo de cambio fijo, el mercado necesitaba una inyección de dólares americanos de parte del Banco Central de Bolivia (BCB), aunque la caída de las Reservas Internacionales pone en riesgo el cambio oficial.
“Lo han mermado casi al extremo, donde la posesión de divisas del sector público es limitado y la entrada de dólares a la economía para los diferentes agentes económicos no ha permitido tener la cantidad suficiente para realizar sus transacciones y operaciones, tanto económica, financiera y comercial”, apuntó.
Diferentes sectores económicos del país señalaron que bajaron la producción y redujeron personal, debido a que no cuentan con insumos y materias primas para la elaboración de productos.
Por ello recomienda ajustes en la política monetaria y cambiar al país, a pesar del contexto actual de inestabilidad política y social, pero si no se toman medidas, se corre el riesgo de que el boliviano siga perdiendo valor frente la divisa estadounidense, que ya pasó la barrera del 50%.
El reajuste de políticas públicas en el corto plazo podría evitar que la situación económica no se profundice, ya que está en riesgo la generación de empleo y que la economía se contraiga más de lo que está.
Como se recordará, Bolivia ingresó nuevamente a una desaceleración, y a pesar de que el Gobierno estima crecer en 2024 a 3,71%, los organismos internacionales proyectan una cifra de 1,4%.
Análisis
internacional
Los economistas señalan que un factor clave que determina los tipos de cambio es la diferencia entre las tasas de interés de un país en concreto y las de Estados Unidos, que son las que se toman como referencia en los mercados mundiales de capitales.
“A principios de este año, los inversionistas esperaban que la Reserva Federal recortara las tasas de interés significativamente, con lo que habrían aumentado o por lo menos se habrían mantenido los diferenciales con las tasas de interés en los mercados emergentes. En cambio, al mostrarse la economía de Estados Unidos más fuerte de lo previsto y con la inflación aún a cierta distancia del nivel fijado como meta por la Fed, las expectativas de recortes de las tasas de interés en Estados Unidos se han ido desvaneciendo a lo largo del año, y el dólar estadounidense se ha apreciado. En consecuencia, los diferenciales de las tasas de interés de los principales mercados emergentes respecto de Estados Unidos se han reducido”, explican.
Los países donde esa disminución ha sido más acusada —en particular varios países de América Latina que redujeron las tasas de interés de política monetaria en respuesta a una inflación más moderada—, o los países cuyos diferenciales de tasas de interés están en los niveles más bajos, incluidas varias economías emergentes de Asia, experimentaron las mayores depreciaciones cambiarias frente al dólar.
También pueden haber influido otros factores específicos de los países, como cuestiones fiscales o acontecimientos políticos. Los bancos centrales de varias economías emergentes han ralentizado o detenido los ciclos de subidas de las tasas de interés, o han realizado intervenciones cambiarias, para gestionar la volatilidad de la moneda.
Monedas y estabilIdad
financiera
La depreciación ordenada de una moneda hacia niveles en general acordes con los fundamentos económicos (incluidos los diferenciales de las tasas de interés) puede ser constructiva para una economía. En cambio, son más preocupantes los casos de abruptas ventas masivas que pueden desencadenar inestabilidad financiera, según análisis de los economistas del Fondo.
Las salidas repentinas de capitales extranjeros pueden afectar notablemente los precios de los activos y crear brechas de financiamiento. Las instituciones financieras podrían experimentar una intensificación de los descalces de monedas y quizá no ser capaces de proporcionar refinanciamiento en divisas (en particular en dólares estadounidenses) a un costo razonable. La confianza de los inversionistas en los mercados financieros de las economías emergentes podría verse minada en poco tiempo, advierten.
Los economistas sostienen que la formulación prudente de políticas no debería girar solamente en torno al escenario base sino orientarse también en la gestión del riesgo. La vigilancia y la planificación para escenarios adversos deberían ser el principio fundamental de las políticas financieras.