Los controles de precios y la burocracia estatal para la exportación, promueven salida de productos de forma ilegal.
Ante los anuncios de endurecer los controles en las fronteras para que productos bolivianos no ingresen a mercados vecinos, de forma ilegal, los economistas lamentan la decisión y señalan que la falta de libertad económica e intervención del Estado provocan la reducción de oferta de productos en el mercado nacional.
Desde agosto se anunció por parte de autoridades nacionales, que se prepara un Decreto Supremo para decomisar y sancionar el contrabando de salida. La producción boliviana se ha convertido competitiva por el dólar paralelo, que se cotiza por encima de los 10 bolivianos, mayor al oficial de 6,96.
Autoridades nacionales indicaron que se sancionará el contrabando a la inversa. Para el doctor en economía Antonio Saravia, en contacto con este medio, en cualquier otro país se llama exportación, y esto es bueno, ya que se vende al mercado externo productos bolivianos, pero para el Gobierno se denomina contrabando a la inversa.
El entrevistado abogó por dejar a los exportadores a que puedan vender donde quieran; mientras el economista Darío Monasterio señaló que la ausencia de libertad económica e intervención del Estado perjudican a la economía y al abastecimiento del mercado.
Origen
Sobre el origen del concepto del contrabando a la inversa, Saravia explicó que parte de la puesta en marcha de la política de seguridad alimentaria, que estable cupos a la exportación y control de precios, es responsable.
El Gobierno se enfoca en el abastecimiento del mercado interno, al instruir a los productores que prioricen la oferta para el consumo nacional y el excedente recién pueda ser exportado, es decir, los famosos cupos de exportación, de acuerdo a Saravia.
Ese mecanismo redujo la oferta de productos para el mercado nacional e internacional, pues la burocracia para acceder a los certificados de abastecimiento, que demoran en su entrega por los trámites que debe realizar el exportador, son parte del problema.
Los productos bolivianos se convirtieron competitivos en el mercado internacional, mediante el comercio informal, debido al precio del dólar en el mercado paralelo, que está por encima de los 10 bolivianos.
Los precios de productos bolivianos tienen una alta cotización en mercado vecinos, por lo que los intermediarios optan por sacar la mercadería vía ilegal, pero si el valor fuera similar a nivel nacional, no tendría necesidad de exportar.
Sin embargo, los trámites y controles de precios que se aplican en Bolivia para la venta de productos en el exterior, obliga a los comerciantes y productores a vender la producción nacional fuera del cupo a países vecinos.
Por eso se llama contrabando a la inversa, está fuera del cupo, y vender productos a menor precio desincentiva las exportaciones, la producción y frena la creación de riqueza. “No tenemos plan B, pusimos trabas al sector privado”, lamentó.
Mercados
La actual coyuntura nacional e internacional demanda productos agrícolas, Bolivia tiene potencial para cubrir la oferta y por ello debería aprovechar cualquier circunstancia.
La gente afuera compra productos a precios elevados, por ello Saravia opinó que se debe eliminar los cupos.
Recordó que el acuerdo público privado de febrero del presente año dentro los puntos acordados, estaba la libre exportación, sin embargo, nunca se aplicó, sólo se agilizaron los trámites, ya que siguen los cupos.
Opinó que se debería optar por la eliminación de los controles de precios y dejar al productor a decidir dónde vender.
Reflexionó a la pregunta, si el sector exportador y productor requeriría que el Estado fomente su actividad, respondió más que fomentar, simplemente debería dejar de molestar y dejar que la gente decida. Pero brindar las condiciones, como respeto a la propiedad privada, seguridad jurídica, serían tareas urgentes.
Libertad
Mientras tanto, Monasterio explicó que al haber falta de libertad económica, la asignación de recursos no se realiza de la mejor manera eficientemente posible; ahora estamos con prohibiciones, restricciones, que no permiten asignar correctamente los recursos.
De acuerdo al análisis del economista, el Gobierno al no contar con divisas suficientes en el Banco Central de Bolivia (BCB) no puede controlar el precio del dólar en el mercado nacional, y al escasear este producto, se crea el mercado paralelo y responde a las necesidades de la población.
Aseguró que todo se va informalizando en la economía nacional. El mercado paralelo no genera exportaciones formales.
Por ello sostiene que al no haber libre exportación y libre importación, no se puede pretender con una ley vaya asignar recursos correctamente; toda intervención de la economía provoca mercados negros, de acuerdo a Monasterio.
Finalmente, el economista sostiene que si se da paso a la libertad productiva, libre empresa y no interviene el Estado, las empresas pueden entrar al sistema formal.
Ambos entrevistados, por separado, coincidieron que si se elimina las barreras arancelarias de importación y exportación, el contrabando puede bajar considerablemente; el consultor financiero, Jaime Dunn, fue más allá, al indicar que la Aduana no tiene razón de ser, pues los impuestos que cobra hacen más costosos los productos importados y provoca contrabando.