La situación de la economía boliviana está complicada, más cuando las autoridades del sector repiten el argumento que la reconstrucción continúa, mientras los datos macroeconómicos, en especial de los precios son poco confiables. La escasez de dólares afectará al crecimiento de la economía, así como al comercio de Bolivia. El experto y analista Fernando Romero estima que el país está más cerca de un aterrizaje forzoso.
Ante un panorama incierto sobre los datos de la economía nacional, pues no se tienen información actualizada, como un Índice de Precios al Consumidor (IPC) alejado de la realidad, así como la caída de las Reservas Internacionales y la escasez de dólares, la economía está más cerca de un aterrizaje forzoso con un costo alto para la mayoría de la población.
“Será dramático y duro”, reflexionó el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, al indicar que las políticas aplicadas no colman las expectativas de la población.
El Gobierno apuesta por la propaganda para mostrar una economía saludable y con crecimiento, mientras el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en declaraciones a la prensa, señaló que sigue en reconstrucción.
Sin embargo, varios economistas, entre ellos Gonzalo Chávez, aseguraron que el modelo económico extractivistas, rentistas, caducó desde que cayeron los ingresos por la venta del gas natural a mercados de Brasil y Argentina, debido a la caída de la producción, que bajó de 60 millones de metros cúbicos día (MMmcd) a 38 MMmcd.
Importaciones
Otro de los factores que muestran que no hubo cambio y que más bien se mantuvo, es el comercio internacional de Bolivia con el mundo, pues las ventas tradicionales ocupan el 75% a comparación de las no tradicionales.
A pesar del bajón de las ventas de gas, la pasada gestión salvó la exportación de minerales que representaron más del 50% y sumado a los hidrocarburos, el porcentaje llegó a 75%.
Si uno revisa los últimos diez años del comportamiento de las exportaciones, tanto de productos tradicionales como de no tradicionales, los primeros ocupan tres cuartas partes de las ventas, minerales e hidrocarburos, indicó.
Hace unas semanas, autoridades del Gobierno destacaron que las importaciones bajaron debido a la política de sustitución de importaciones que aplican, pero de acuerdo a Romero más obedece a la escasez de dólares.
Indicó que el Gobierno y los de turno siempre implementaron políticas de sustitución de importaciones, con la puesta en marcha de empresas estatales, que compiten deslealmente con el sector privado.
Supuestamente están para sustituir las importaciones, sin embargo se desconoce en detalle los productos que ya se dejaron de comprar en el mercado exterior. Se sigue comprando materias primas e insumos, que son alrededor del 80%, pero también productos finales.
Romero señaló que los gobiernos deberían aplicar una normativa que fiscalice la inversión pública, pues se destinan millones de bolivianos a iniciativas estatales sin conocer los resultados posteriores.
También sugiere que se debería “legalizar el contrabando”, inclusive dejar de aplicar impuestos a ciertos productos, pues a mediano y largo plazo no se podrá reemplazar, el país no está en condiciones.
“La sustitución de importaciones es un saludo a la bandera”, apuntó Romero, cuya afirmación coincide con Chávez, quien dijo que la política del gobierno es muy atrasada.
Como se recordará las exportaciones a agosto alcanzaron a 7.422 millones de dólares, mientras que las importaciones a 7.470 millones, lo que significa un déficit comercial de aproximadamente -47 millones, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Inflación
Por otra parte, en lo que se refiere a la propaganda del Gobierno sobre que se tiene la inflación más baja de la región, Romero señala que “las cifras son poco confiables y la metodología de cálculo no refleja la realidad de los bolivianos”.
Observó la forma de la medición de la inflación mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y planteó que se debe medir los productos de la canasta familiar y el poder adquisitivo de manera separada, para conocer la capacidad de compra de la población.
Dijo que los productos en el mercado nacional incrementaron sus precios, inclusive los que ingresan vía contrabando. Ahora con 100 bolivianos se compran menos artículos.
Producto de una variación mensual negativa de 0,01%, la inflación acumulada alcanzó a 1,48% a octubre de 2023. Los bienes con mayor incidencia negativa en octubre fueron: carne de pollo, cebolla, plátano/guineo/banano, sandía, lechuga y pimentón/morrón. La disminución de 0,01% del IPC registrado en octubre se explica, principalmente, mientras la variación negativa fue en las divisiones de: Prendas de vestir y calzados; Alimentos y bebidas no alcohólicas; Bienes y servicios diversos; Comunicaciones y Educación, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.
Finalmente, sostiene que el crecimiento de la economía nacional bordeará el 2% y desestima que llegue a la nueva proyección del Gobierno de 3%. En 2021 la cifra llegó a 6,1%, luego de una recesión de -8% en 2020; en 2022 bajó a 3,5% y ahora, todas las proyecciones de organismos internacionales, señalan que no pasará del 2%. El Gobierno a principios de año proyectó 4,8%.