A pesar de que el Gobierno asegura que la deuda externa es manejable, y están en 30% respecto al Producto Interno Bruto (PIB), por ello presiona en la Asamblea para aumentar los créditos externos y lo cierto es que la deuda pública bordea el 90%.
La deuda pública de Bolivia a septiembre de 2023 alcanza a 35.594 millones de dólares, sumando interna y externa, sin contar con los préstamos de las empresas públicas que ascienden a más de 6.000 millones.
La interna alcanza a 18.407 millones de dólares, mientras la externa está en 17.186 millones, de acuerdo a los datos que presenta el analista económico Joshua Bellott Sáenz en su cuenta de X (Twitter) @joshuabellott, en la que señala también que si se suman todas las obligaciones del Gobierno, la deuda pública bordea el 92% con respecto al PIB.
Ya en anteriores post de X (antes Twitter), Bellott dijo que la “situación de liquidez del Gobierno es aguda, no tiene recursos. Debemos reducir los gastos del Gobierno sin generar desempleo. Pidamos a los privados que se encarguen de la importación de diésel, sin cobrar arancel e impuestos. No MAS Despilfarro!!!”.
El Gobierno niega que haya una crisis económica, pero la realidad muestra que su modelo económico caducó y su aplicación profundiza la crisis. La escasez de dólares se agudiza y esto se refleja en la exigencia de algunas petroleras por los servicios prestados a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
“El último dato de la deuda externa incluye el saldo por desembolsar de la misma. El total de la deuda pública suma 35.594 millones de dólares. Si a este monto se le adiciona los 6 mil millones de dólares de préstamo a las empresas públicas, se tiene un monto de 41.594 millones de dólares. Lo que significa el 92% del Producto Interno Bruto”, escribió Bellott en su cuenta de X.
Pero en un medio de comunicación, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, anticipó que la cifra llegaba a más del 90%, tomando en cuenta los Derechos Especiales de Giro (DEGs) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras obligaciones.
Para el economista, el aumento de la deuda pública “refleja la incapacidad de nuestra economía de generar valor, y la apropiación exacerbada de riqueza de todos los bolivianos por parte del Gobierno, no sólo la riqueza nuestra, sino también de nuestros hijos y nietos. Pedimos un nuevo modelo económico ¡urgente!”.
El economista Gonzalo Chávez planteó varias sugerencias para mejorar en algo, el panorama económico del país y lo primero fue reducir el gasto público, liberar las exportaciones, mejorar el clima de inversiones y ajustar el modelo a la nueva realidad.
A propósito de la deuda de YPFB con Shell, el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza Y. escribió en su cuenta de X (Twitter) @g_espinoza: “#Bolivia. No solo que no pagamos a los proveedores de diésel y gasolina que importamos, sino que tampoco le pagamos a quienes operan los campos de gas que exportamos. El problema es doble y alguien (Arce, Montenegro, Rojas o Dorgathen) debería explicar por qué no se paga ni a proveedores de combustibles ni a operadores. El responsable, hasta ahora, ha causado solo en el caso de Shell, un daño económico al Estado por casi 500 mil dólares”.
A ese contexto, se debe sumar la escasez de dólares, que pone a Bolivia en la lista de los países que están al borde de la quiebra, y no tanto por el alza de las tasas de interés, que también la aleja de la posibilidad de adquirir nuevos préstamos.