Ante la escasez de dólares y combustibles, el Gobierno determinó arancel cero para la importación de trigo y maquinaria para plantas de biodiésel. La decisión gubernamental busca asegurar el abastecimiento del grano e impulsara los biocombustibles, para reducir dependencia de la importación.
El Gobierno aprobó ayer un decreto supremo para la importación de equipos para la implementación de plantas de biodiésel con arancel cero, con el fin de incentivar la producción del biocombustible en el territorio nacional.
“Estos incentivos fiscales van a permitir que el sector privado pueda importar, con gravamen arancelario cero, maquinaria y factorías para la producción de biodiésel”, anunció el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, en conferencia de prensa.
Este incentivo apunta a aumentar la producción de nuevos cultivos de plantas como soya, cusi, totaí, entre otras, destinados exclusivamente a la venta a la estatal YPFB, para la producción de biodiésel.
El objetivo es que el país sea menos dependiente de la importación de diésel tradicional.
Montenegro explicó que las factorías tienen un valor de alrededor de 12 millones de dólares y, adicionalmente, un capital de trabajo de entre 15 a 18 millones.
“Con 30 millones de dólares, hay factorías que pueden hacer cuarenta millones de litros de biodiesel, que es un mes y medio de importación”, sostuvo.
Trigo
También aprobaron un decreto supremo que autoriza la importación de trigo (en harina y grano) con el 0% de gravamen arancelario hasta el 31 de diciembre de 2024, con el objetivo de garantizar su abastecimiento en el mercado nacional, informó ayer el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
«Se ha establecido un gravamen arancelario a cero por ciento hasta el 31 de diciembre del presente año para importar trigo y harina de trigo (…), con el objeto de cuidar el abastecimiento de harina para el mercado nacional», dijo la autoridad en conferencia de prensa.
Se prevé que por las afectaciones climáticas se tendrá una «disminución de la producción de trigo», además que los precios presentan un “inusual incremento” a las empresas que acopian el alimento.
La tonelada de trigo de los productores del oriente, con factura, estaría entre 450 y 490 dólares; sin embargo, tomando la referencia de precios internacionales, citó como ejemplo a Estados Unidos, donde se estaría comercializando a alrededor de 257 la tonelada y en Argentina estaría a 270 dólares.