La formación constante del capital humano es vital para el desarrollo de las economías de los países, pero también requiere de resiliencia, es decir superación, así como la adaptabilidad, debido a los cambios que se presentan por la incursión de la tecnología y la inteligencia artificial, de acuerdo a un estudio realizado por organizaciones privadas.
La resiliencia y la adaptabilidad son claves en un sector caracterizado por la transformación de materias primas, donde los procesos y tecnologías están en constante evolución, señala un estudio realizado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La credibilidad técnica y la visión de negocio son importantes para innovar y mantenerse competitivos en un mercado que demanda eficiencia y calidad. Estas competencias indican la importancia de la capacidad técnica y la planificación estratégica para la mejora continua y la adaptación al cambio, elementos centrales en el sector manufacturero y de producción, agrega el informe.
Ayer, presentaron los resultados del 1er. estudio de competencias laborales en las empresas bolivianas, elaborado por el Observatorio Nacional del Trabajo de Unifranz, cuyo informe devela las competencias laborales más valoradas por las empresas en Bolivia.
Comunicación efectiva, resolución de problemas, motivación y delegación, astucia política, integridad y honestidad son algunas de las competencias que las empresas buscan con mayor interés en sus empleados, de acuerdo al estudio realizado por el Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
El análisis revela que en el nivel estratégico de las empresas se valoran, en mayor proporción, las competencias de comunicación efectiva (escrita), resolución de problemas y habilidades de contacto (astucia política). Mientras que las menos valoradas son las de independencia/autonomía, visión del negocio y motivación, y delegación.
“En el nivel estratégico, se enfatiza la comunicación efectiva y la resolución de problemas. Esto sugiere una necesidad de claridad en la transmisión de visiones y estrategias, así como la capacidad de abordar desafíos complejos. La astucia política, es decir, la habilidad para navegar por el entorno corporativo y fomentar alianzas, es crucial para la gestión a alto nivel”, explica el documento.
Por otro lado, a nivel táctico, las competencias más valoradas son las de motivación y delegación, integridad/honestidad y responsabilidad. Mientras que las menos valoradas son las de impacto e influencia, manejo de conflictos y habilidades de contacto.
“A nivel táctico, la motivación y delegación son esenciales, lo que refleja un enfoque en la gestión de equipos y la eficiencia operativa. La integridad y la responsabilidad son valoradas, lo que sugiere una expectativa de liderazgo ético y confiable en la gestión diaria, por otra parte, la menor valoración del impacto y la influencia podría indicar un enfoque más en la ejecución que en la estrategia, y la menor importancia del manejo de conflictos podría reflejar la naturaleza más estructurada y menos volátil de los roles tácticos”, acota el estudio.
El análisis de las competencias también fue realizado al nivel de los diferentes sectores económicos, el tamaño de las empresas y desde la perspectiva de género, ofreciendo una visión global de lo que las empresas valoran.
“Es importante reconocer que las competencias laborales no son estáticas; evolucionan con el tiempo en respuesta a cambios tecnológicos, tendencias económicas y dinámicas sociales. La sostenibilidad en el desarrollo de competencias es importante, lo que implica la necesidad de invertir en el aprendizaje continuo y en la capacidad de adaptación de la fuerza laboral. Para esto, se recomienda que las organizaciones adopten un enfoque proactivo y flexible en la gestión del talento, promoviendo culturas organizacionales que valoren el crecimiento y el desarrollo constantes”, explica el estudio.
Gestión
Por otra parte, los representantes del Observatorio señalan que este estudio contribuye al ámbito académico, con conocimiento sobre gestión de capital humano y desarrollo económico.
“Los hallazgos pueden ser utilizados para informar la investigación futura y para desarrollar teorías más robustas sobre el desarrollo de competencias en contextos emergentes y en economías en desarrollo, como la de Bolivia”, sostiene el documento.
El estudio hace algunas recomendaciones, empezando por impulsar una colaboración estrecha entre el sector privado, las instituciones educativas, el Gobierno y la cooperación internacional para maximizar el impacto de los hallazgos.
“Además, se alienta a las instituciones educativas a integrar los resultados en la planificación de currículos y programas de desarrollo profesional, asegurando que los futuros profesionales ingresen al mercado laboral con un conjunto de competencias alineadas con las necesidades reales, actuales y futuras de las organizaciones”, agrega la investigación.
Finalmente, para el Estado, se presentan datos valiosos que pueden informar políticas de empleo y educación, ayudando a cerrar la brecha entre la oferta de competencias y la demanda del mercado laboral de manera expedita. Esto es especialmente crítico en un momento en que la economía está experimentando rápidos cambios y requiere una fuerza laboral, que pueda adaptarse y prosperar en este dinámico entorno.
La importancia del estudio
El proyecto del ONT, parte del Centro de Pensamiento Estratégico de la Unifranz, contó en su ejecución con el apoyo de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de La Paz (Feplp), la Cámara Nacional de Industria (CNI), la Cámara Nacional de Comercio (CNC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a través de la Mesa del Empleo de Pacto Global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Postgrado de Unifranz.
“Nos preocupa a todos el tema de la empleabilidad. Nos preocupa que las nuevas generaciones, que ingresan anualmente al mercado laboral, puedan encontrar un empleo digno y por ello este tipo de trabajos son muy ilustrativos, ayudan a estudiar las circunstancias laborales y las circunstancias de nuestra economía”, señala el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Jaime Ascarrunz.
Por su parte, Fernando Aramayo, coordinador de programas y gestión institucional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indica que es de vital importancia contar con datos para enfrentar los desafíos que tenemos hacia adelante.
“Recientemente, la Alianza del Pacífico ha arrojado datos muy interesantes que dan cuenta de que el 17% de los jóvenes y el 24% de las jóvenes mujeres están por fuera de los mercados educativos y laborales. Ése es un desafío que, sin tener data en Bolivia, no sabríamos cómo enfrentar”, indica.
José Luis Valencia Aquino, director de programas y proyectos de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), a su vez, señala que es fundamental conocer las competencias deseadas en los diferentes niveles.
“Estos datos actualizados permitirán mejorar las estrategias de reclutamiento, capacitación y formación de talento. Lo que principalmente se muestra son las diferencias que hay entre la priorización de competencias entre personas de diferentes niveles, tanto estratégicos como tácticos, también las diferencias que hay entre la valoración de competencias por género y tamaño de empresa”, señala Diego Urioste, coordinador del ONT.