Cuando le dijeron a Celia (63) que tenía cáncer de mama no lo podía creer. Su cabeza se encontraba invadida de pensamientos de rabia y dolor. Isabel (35), por su parte, sintió miedo, sobre todo por sus dos hijos, que eran muy pequeños. La primera reacción de Lily (55) fue de incredulidad, como si todo se tratase de un sueño o algo que le estuviera pasando a otra persona, menos a ella.
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