De acuerdo al último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC), octubre reportó una inflación negativa de -0.01% y una acumulada de 1,48%, muestra que los precios bajaron de algunos productos.
Los bienes con mayor incidencia negativa en octubre fueron: carne de pollo, cebolla, plátano/ guineo/banano, sandía, lechuga y pimentón/morrón, según la información del IPC del INE de octubre.
Sin embargo, no se menciona las verduras que subieron algunos en los mercados de los barrios y la papa que ya no baja su valor, oscila entre 40 a 60 bolivianos la arroba, y no hay entidad estatal que pueda bajar el precio.
De acuerdo al economista Gonzalo Chávez, Bolivia registra una inflación reprimida. Además, el costo del subsidio es alto. Sólo en combustibles llegó a 1.700 millones de dólares y 400 millones en alimentos, que son pagados con recursos del gas, pero ahora la situación se complica pues cayeron los ingresos, así como la producción.
El Presupuesto General del Estado (PGE) destina 1.000 millones para el subsidio a los carburantes, pero la cifra se puede disparar debido al alza del precio del petróleo en el mercado internacional por cuestiones de los conflictos bélicos, Rusia-Ucrania y, ahora, Israel contra el grupo terrorista Hamás.
Un informe del Banco Mundial sobre los precios de productos básicos, señala que el precio de los alimentos podría bajar, así como el petróleo en la presente gestión, pero dependerá del contexto internacional.
Informó que el petróleo estaría cerrando el año por los 90 dólares el barril, pero para el próximo año se espera un incremento y si la recesión de la economía mundial se agudiza, los alimentos podrían bajar más sus precios.
El analista financiero Mauricio Ríos García escribió en su Twitter @riosmauricio: “Mantienen relativamente baja la inflación, medida por el IPC con multimillonarios subsidios que igual los pagamos todos por medio de una innumerable cantidad de otras maneras, pero todo eso se convertirá eventualmente en un IPC inmanejable. Llegará como latigazo”.
El economista Gabriel Espinoza, en entrevistas anteriores, señalaba que la inflación baja obedece a los subsidios, pero también al contrabando y a la reducción de las utilidades de los empresarios, debido a los controles de precios.