Una muestra de la caída de la demanda se refleja en la encuesta 1000 bolivianos Dicen, que indica que los bolivianos reducen sus gastos y priorizan sus compras, porque ven incierto los resultados de la economía nacional en los próximos meses.
Sustitución
Por otra parte, si bien desde el sector privado aplauden la iniciativa estatal de apostar a la sustitución de importaciones, pero también lamentan que la propuesta no abarque a todos los sectores, como son los textileros, que deben comprar de afuera todos los insumos para la elaboración de prendas de vestir, en algunos casos hasta la tela.
La semana pasada, el presidente de Cotexbol, Genaro Torrez Poma, informó que el proceso de sustitución de importaciones no alcanza al sector, debido a la burocracia que se aplica en todas las dependencias del Estado, para acceder a créditos.
Informó que importan todos los insumos, porque en el país no encuentran todos los complementos de la ropa, de países vecinos. Indicó que en Perú y Colombia se fomenta en todos los niveles estatales toda la cadena de la industria manufacturera textil.
Agrícola
Ahora, hay expertos que apuntan a fomentar la exportación de alimentos y fortalecer la agroindustria para la obtención de divisas y mantener un crecimiento sostenible de la economía nacional.
“Exportar más para obtener divisas, por una parte, y sustituir la importación de lo que se pueda producir competitivamente para ahorrar dólares, por otra, dará como resultado un mayor crecimiento del Producto Interno Bruto, más empleos e ingresos para el Estado y una importante diversificación económica”, asegura Rodríguez.
Bajo este razonamiento, Bolivia tiene inmejorables condiciones para avanzar a corto plazo en dos campos que resultan altamente estratégicos para cualquier país en el mundo, al extremo que muchos los protegen e incentivan, vinculándolos al concepto de “seguridad nacional”, me refiero a los sectores alimentario y energético, ya que sin alimentos y sin combustible, la gente sufre, complementa.
Explica lo que hoy es una doble preocupación en el país -la relativa escasez de dólares y la alta dependencia de la importación de combustibles fósiles- bien podría convertirse, si se toman las medidas adecuadas, aquí y ahora, en otra realidad a corto y mediano plazo; la solución en ambos casos tiene que ver con los sectores agropecuario/agroindustrial y forestal/maderero en una virtuosa combinación.
Sin embargo, las decisiones unilaterales del gobierno han provocado un desconcierto y preocupación en el sector agroindustrial, en especial el azucarero, pues el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armín Dorgathen, anunció cambios en el precio del etanol, que compra la estatal petrolera a los ingenios.
Ese anunció provoco preocupación y anuncios de pérdidas de concretarse la decisión de la petrolera, pues los volúmenes de compra no se cumplieron y las inversiones todavía no se recuperaron.
Mundo
El mundo precisa hoy más alimentos que ayer y mañana necesitará muchos más, de ahí que apostar por una mayor producción agropecuaria/agroindustrial, es una apuesta segura. Pero, la actividad agropecuaria y forestal/maderera no solo podría contribuir a un mayor ingreso de dólares a través de la exportación, sino, a sustituir importaciones, p. ej., de combustibles fósiles, como gasolina y diésel. La utilización de materias primas para producir biocombustibles se puede dar a partir de cultivos agrícolas (Brasil y Argentina son campeones en este campo) como también del sector forestal/maderero, que podría aportar con biomasa para la fabricación de combustibles celulósicos de segunda generación.