“El mundo está atravesando un individualismo cuando la inteligencia artificial se está apoderando de más puestos de trabajo donde el hombre está quedando desplazado y sin trabajo, entonces se hace imperativo humanizar en las organizaciones y más aún en las nuevas generaciones que están tomando parte de las gerencias”, manifestó la articuladora institucional, Claudia Herbas.
Acotó que las altas gerencias con sus asesores estratégicos tienen que pensar en programas motivacionales y de reconocimiento a ese personal para generar más lealtad, un valor importante para que la empresa avance a sus objetivos.
Además, implementar una cultura de reconocimiento y agradecimiento efectiva no solo mejora la moral y la satisfacción en el trabajo, sino que también puede aumentar la productividad y la lealtad hacia la empresa. Es fundamental que el reconocimiento se convierta en una parte integral y de la cultura empresarial – institucional.
Por otro lado, según la experta, una cultura del reconocimiento y agradecimiento en las empresas puede transformar significativamente el ambiente laboral y el nivel de motivación de los empleados porque influye positivamente en las emociones del ser humano el saber que está haciendo bien las cosas. Una frase como “Felicidades, adelante tu esfuerzo es valioso para el equipo de trabajo y la empresa” o una carta corta pero significativa pueden ser el motor para ir a trabajar con más entusiasmo y alegría.
“Un aspecto que he constatado que no se lo está practicando en muchas organizaciones públicas y privadas de Bolivia. Los testimonios del personal con el que he hablado y entrevistado, me conmueven y siento la necesidad de reflexionar a las altas gerencias y autoridades, que es necesario que pongan en práctica un acto tan sencillo como el saber reconocer el trabajo de sus colaboradores para fidelizarlos más con las metas corporativas”, aconsejó.
En ese entendido, es recomendable practicar el reconocimiento regular y auténtico en educación y certificación que se refiere a la validez y la aceptación de credenciales, títulos o habilidades. También es atribuible a la frecuencia y autenticidad de reconocer al personal de las empresas en cuanto a frecuencia y autenticidad.
Es decir, el responsable con cargo superior o gerencial de una empresa no debe esperar a las evaluaciones de desempeño para reconocer el buen trabajo de los empleados. Ofrecer elogios y reconocimiento de manera continua, ya sea por medio de una simple felicitación en una reunión o un mensaje personal, los motiva y anima.
Pero esos reconocimientos, dijo la profesional, deben ser genuinos. Los empleados pueden distinguir entre elogios sinceros y aquellos que parecen forzados o insinceros.
Por otro lado, también es importante la retroalimentación constructiva que se basa en dos aspectos: El equilibrio y la transparencia. El primero, combina el reconocimiento con la retroalimentación constructiva. Apreciar el buen trabajo y señalar áreas de mejora ayuda a los empleados a crecer y sentirse valorados.
El segundo, consiste en que se debe ser claro sobre qué comportamientos y logros están siendo reconocidos. Esto ayuda a los empleados a entender qué se espera y cómo pueden contribuir al éxito de la empresa.
También se debería fomentar la cultura de apoyo y colaboración, que se lo hace creando un ambiente donde se valore la colaboración y el apoyo entre compañeros. “El reconocimiento puede ser más efectivo cuando se produce en un entorno de cooperación y respeto mutuo. Segundo, con celebraciones grupales que implica festejar los logros del equipo en conjunto, lo que ayuda a fortalecer el sentido de pertenencia y cohesión grupal”, sostuvo Herbas.
Indicó que además de las principales cabezas de las empresas o instituciones, los encargados de manejar programas de reconocimiento, motivación y mejora del clima laboral son las áreas de recursos humanos o talento humano en coordinación con el responsable de comunicación interna.