Según el argumento de esta película, en Los Ángeles, Estados Unidos, en una jornada agobiante por el calor y el colapso del tráfico, un ciudadano normal repentinamente protesta y se rebela de modo violento contra todo lo que lo rodea. Bill Foster (Michael Douglas) es un hombre corriente y trata de superar las frustraciones cotidianas. Lo único que quiere es regresar a casa. Y, al no poder cumplir su objetivo por una serie de trabas e impedimentos, se desata su furia contenida, llegando a una espiral de agresividad y locura propia de un psicópata. Tal reacción ocasiona que intervenga un policía intentando poner fin a semejante situación de peligro para la sociedad. Este agente está ya próximo a jubilarse (Robert Duvall) quien también encauza sus frustraciones, pero de modo distinto.
Sobre “Un día de furia” (USA, 1993) opinan que Joel Schumacher, director del filme, logra meter su cámara en el alma de sus complejos personajes, y hace una descarnada crítica al sueño americano, y en general, a las actitudes insolidarias que a diario son vistas en las ciudades, lo que permite que el espectador comprenda y hasta se identifique con muchas de esas desproporcionadas reacciones del principal personaje de la cinta, a raíz de hechos abusivos, relativamente comunes, que sufre. Dicen “en la película están magistrales Michael Douglas, y el veterano Robert Duvall, sobre todo, y se trata de las mejores interpretaciones de su carrera”.
Sería bueno que usted vea dicha película, y comprenderá que cualquiera, en “un día de furia”, cogería un arma letal y trataría de acabar con todo y todos los que pueda, para dar fin a inequidades e injusticias que con recurrencia debe afrontar y soportar el ciudadano de a pie, atosigado por abusos, extorsiones, etc.
También otras películas reflejan injusticias. “Bombita”, protagonizada por Ricardo Darín, estrenada en agosto de 2014 en Argentina, es una de ellas, en “Relatos salvajes”. Refleja el exceso y abuso de la burocracia al remolcarle abusivamente su auto y multarlo para poder liberarlo. Le sucede otra vez, y estalla en ira. Siendo un ingeniero en demoliciones, pone en su automóvil explosivos, lo estaciona mal a propósito. para que la grúa lo lleve al depósito, donde lo hace detonar. Al final “Bombita” (Darín) es encarcelado, pero se convierte en ídolo de la gente.
Resulta que también le dio rabia esas injusticias a las que somete la sociedad y la autoridad, en particular, a ciudadanos comunes y humildes, como acontece en nuestro medio, cuando le “engrampan” su vehículo y tiene que pasar por una serie de peripecias hasta que lo liberen.
Entonces explota de “bronca” y es capaz de cualquier cosa. A propósito, tener cuidado con la paciencia de nuestra gente, muy machacada en estos últimos tiempos, por tantos abusos que le infligen diversos sectores denominados sociales, será lo mejor, más por la pasividad de quienes por ley están llamados a resguardar su bienestar y tranquilidad. No vaya a ser que algunos reaccionen como en “un día de furia”.