Raúl Ruiz Roca
El puerto de Chancay, ubicado a 60 kilómetros al norte de Lima – Perú, se constituye como una infraestructura portuaria de última generación, con características técnicas avanzadas que prometen revolucionar la dinámica comercial de Sudamérica, que se pretende poner en funcionamiento en el año 2024. Este puerto ofrecerá ventajas estratégicas para Bolivia, que hay que saber aprovechar dado nuestro enclaustramiento marítimo. Se distinguirá por su enfoque en la sostenibilidad, operando con una huella de carbono cero, completamente automatizado y eléctrico, lo que lo convierte en un modelo de sostenibilidad en la industria portuaria mundial. Esta automatización permitirá una operación continua y eficiente, reduciendo los tiempos de espera y aumentando la capacidad de manejo de contenedores, una tecnología avanzada que no solo mejorará la eficiencia operativa, sino que también minimizará los costos laborales y reducirá los errores humanos, asegurando un flujo de mercancías más rápido y seguro, alineándose con las metas internacionales de sostenibilidad y mitigación del cambio climático.
La cercanía del puerto de Chancay a Lima y su conexión proyectada con el futuro Mega Aeropuerto de Lima refuerzan su posición estratégica en la cadena logística internacional. Esta proximidad facilitará la transferencia rápida de mercancías entre el Puerto y el Aeropuerto, optimizando el tiempo y los costos de transporte para los exportadores e importadores, una sinergia que creará un hub logístico integral que atraerá una mayor inversión y comercio a la región.
Una de las mayores ventajas del Puerto de Chancay es su ubicación geográfica que permite una conexión directa con Asia a través del Pacífico, sin la necesidad de realizar cabotajes y sin pasar por otros puertos de América. Esta ruta directa reducirá significativamente los tiempos de tránsito y los costos de transporte, proporcionando a Bolivia y a otros países de la región una ventaja competitiva en el paso a los mercados asiáticos. Esta vía directa es especialmente beneficiosa para Bolivia, que tradicionalmente ha enfrentado desafíos logísticos debido a su falta de acceso al mar. La posibilidad de exportar e importar mercancías a través del Puerto de Chancay abre nuevas oportunidades económicas para nuestro Estado, pudiendo mejorar su integración en la economía global.
La maximización del potencial del Puerto de Chancay requiere una colaboración estratégica entre los sectores público y privado, siendo crucial el desarrollo de la ruta amazónica norte que conecte Brasil, a través de Guayaramerín, con La Paz por Bolivia y desde allí hasta el Desaguadero en Perú, ruta que debe estar planteada para facilitar una conexión eficiente y directa con los puertos de Ilo y Matarani, que a su vez se vinculen con el Mega Puerto de Chancay. Este corredor logístico fortalecería la red de transporte en la región, permitiendo un flujo más eficiente de mercancías desde la Amazonía al interior del continente hacia el Pacífico y viceversa.
Estas alianzas son esenciales para el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura logística que se necesita. La inversión en infraestructura vial, aeroportuaria, ferroviaria y portuaria debe ser una prioridad para Bolivia, para asegurar que las conexiones entre estos puntos estratégicos sean fuertes y eficientes. La colaboración entre los gobiernos de Brasil, Bolivia y Perú, junto con la inversión privada, puede transformar esta visión en una realidad, impulsando el crecimiento económico y la integración comercial Sudamericana.
El autor es Abogado Magister en Seguridad, Defensa y Desarrollo, Diplomado de Altos Estudios Nacionales y Director del Centro de Investigación CINDEPRO.