Hugo De la Rocha Cardozo
Parte I
Deseo empezar este artículo con el siguiente pensamiento: “Somos pobres porque así lo queremos”. ¿Por qué digo ello? Para graficar ello hagamos algunas comparaciones actuales. Las exportaciones mineras en el Perú el año 2023 alcanzaron a $us 70.000 millones (minería de moderna tecnología y que cumple con las normas ambientales del pais), en Bolivia tan solo $us 2.950 millones, pese a la similitud de las características geológico/mineralógicas entre ambos territorios, y lo peor con predominio de explotación de características artesanales, no amigables al medio ambiente y baja productividad. Las exportaciones agropecuarias de Paraguay en 2023 alcanzaron a $us 6.000 millones, en Bolivia $us 1.730 millones, pese a que la extensión del territorio del Paraguay representa tan solo un 63% de la extensión territorial del oriente boliviano (Santa Cruz, Beni y Pando) de características similares. En 2023 las exportaciones de Hidróxido y Carbonato de Litio de Chile alcanzaron a $us 7.071 millones, a través de la exportación de 250.000 TM, mientras que en Bolivia $us 38 millones de Carbonato de Litio, pese a la abundancia los yacimientos de litio en Bolivia.
Haciendo un simple ejercicio de futurología, si en el próximo sexenio el país pudiera alcanzar los $us 6.000 millones en exportaciones agropecuarias, valor que HOY el Paraguay exporta, que en exportaciones mineras pudiéramos alcanzar a $us 20.000 millones, tan solo un 39% de lo que HOY exporta el Perú, si de Carbonato e Hidróxido de Litio pudiéramos exportar por lo menos $us 6.000 millones, en cuanto a las exportaciones manufactureras que en el año 2023 alcanzaron a $us 6.100 millones, si en 6 años se incrementarán a una tasa del 2% anual, se podría lograr ingresos por $us 7.000 millones y, finalmente, si a lo anterior se añadieran ingresos en divisas por turismo que, de $us 800 millones generados en el año 2023 se incrementaran a $us. 3.000 millones, cifra posible de alcanzar de acuerdo con estudio mencionado por el investigador Carlos Hugo Molina.
Con tan solo a través de esos 4 sectores exportadores, más turismo, el país podría lograr ingresos, hasta el final del próximo sexenio, por un valor de $us 42.000 millones, es decir, 4,2 veces más veces de lo que se exportará este año. Al respecto, si las exportaciones llegaran a representar respecto al PIB una proporción similar a la del año 2023, esto es aproximadamente un 25% del PIB, con tan solo esos 4 sectores al final del próximo sexenio el país podría lograr tener un PIB de aproximadamente $us 176.000 millones, y un PIB per cápita de $us. 11.000, aproximadamente, que comparado a los aproximadamente $us 3.500 actuales, representaría un incremento de un 214%.
La intencionalidad del anterior ejercicio simple de proyección económica es mostrar el potencial económico que Bolivia tiene y ha tenido de llevar a cabo un verdadero despegue económico, teniendo los recursos que dispone, siempre y cuando se establezca una nueva red o estructura institucional que nos libere de las ataduras, que en gran medida cargamos por dos siglos. Realidad históricamente inexplicable, que en mi criterio se debió a la incapacidad del país desde su fundación, de cimentar bases institucionales consistentes, que le permitan generar una sólida capacidad de gobernanza y de diseñar una visión de progreso a largo plazo, basada en un continuo perfeccionamiento institucional capaz de generar diálogo y resolución de sus conflictos internos, dentro un marco institucional democrático.
¿Qué necesita el país, en este momento, para llevar a cabo una radical inflexión en su trayectoria de progreso y desarrollo, que convierta a Bolivia en una nación moderna, progresista y justa, e iniciar un periodo de largo plazo en el que el país dé un salto trascendental en su crecimiento económico y que genere excedentes económicos que le permitan además impulsar un desarrollo económico y social incluyente a fin de integrar plenamente a los sectores sociales históricamente más postergados a los beneficios del progreso, dándoles las necesarias oportunidades de progreso y bienestar e integrarse activa y positivamente en el tejido social del país?
Como primera tarea, se debe acometer una reconstrucción del tejido institucional en el área económica, que el MAS en los últimos 18 años se dedicó a desconocer, destruir y paralelamente tejer una red de corte estatista que buscó deliberadamente ahogar las libertades individuales, la actividad e iniciativas privadas de producción e inversión. Tal reconstrucción deberá basarse en la premisa fundamental del respeto irrestricto a la propiedad privada y libertades individuales y de retirar al Estado de toda actividad de directriz y participación directa en actividades productivas y comerciales.
La segunda tarea debe consistir en el perfeccionamiento de dicho tejido, que implique solidificar la seguridad jurídica, tanto para las personas naturales como jurídicas, eliminando cualquier resquicio de
vulneración de la misma, hacer más fluida la actividad económica a través de una desregulación profunda que respalde e incentive los emprendimientos privados, tanto nacionales como extranjeros, sin discriminación, eliminando toda la telaraña existente de procedimientos, normas, leyes a todo nivel que entorpecen, burocratizan y hasta bloquean las actividades productivas y comerciales. A través de tal desregulación el Estado debiera asumir exclusivamente un rol de facilitador de la actividad privada y supervisión de las fuerzas de mercado, interviniendo únicamente para corregir distorsiones que pudieran presentarse dentro el sistema de mercado, tales como acciones abusivas por parte de monopolios u oligopolios que vayan en detrimento de la libre competencia.