Ernesto González Valdés
El título nos conduce a dos significados, el primero, un plato grande o bien al filósofo como tal, al que nos compete abordar en ese caso.
Pero al no ser este artículo para filósofos, comienzo por sus acepciones: “Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo”. “Sistema filosófico o conjunto sistemático de los razonamientos expuestos por un pensador”. Personalmente, me agrada más la segunda, dado que hablaremos de Platón.
Aunque antes de ello recurriré a ciertas remembranzas (1) de mi vinculación con esta disciplina: Filosofía. Me encontraba en una reunión (como invitado) encabezada por la máxima autoridad de la instancia educativa a nivel de país, estando rodeado de varios asesores del señor, todos con amplia experiencia en “reflexionar sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo”.
También quien estaba en el extremo de la mesa (dirigiendo), tenía entendido que en sus años mozos había estudiado latín –antigua lengua indoeuropea que se hablaba en la región del Lacio, extendida por todo el imperio romano y que constituyó el origen de las lenguas románicas. Es lengua utilizada por la iglesia católica y fue lengua de cultura hasta la Edad Moderna (2) — y trataba de insertar su estudio en el currículum nacional. Fue como tirar una res descuartizada a un foro sediento. No pretendo llegar al final de la reunión (al no tener voz ni voto) pero a nada se llegó. Le doy la razón al que expresó; “cuando se reúnen varios filósofos, es de nunca acabar”.
Otra experiencia –ya no tan amarga–, años después me correspondía atender el área administrativa de estudios generales: Comunicación y Lenguaje, Matemática básica, Sociología, Metodología de la investigación y Filosofía, tanto a los colectivos de docentes, su contratación, observar clases, aprobar sílabos o planes de estudio, etc.
Lo que me conllevó a aprender la importancia de la Filosofía, a quienes la impartían, no solo por el dominio del contenido, sino por ver prácticamente allí (con algo de imaginación y ficción) al docente – filósofo de turno…
Y lo principal, su vigencia en los tiempos actuales y para muestra varios “botones”, planteados por Platón:
Platón (427 a. C.-347 a. C.), observen bien la fecha de fallecimiento, ¿sabía de competencias/ habilidades blandas o socio emocionales? No lo creo, pero resaltar la honestidad, encontrar el modo correcto de hacer las cosas, que reine el amor sobre las leyes, la necesidad de educar no solo en conocimientos, sino en valores, herramienta única capaz de eliminar la ignorancia, hace tantos siglos, me da mucho para pensar.
Me queda claro que, al visualizar diferentes currículos de diversos países, muchos se encuentran altamente recargados, lo que conlleva a “aprender de todo o nada aprender”, pero debe haber un espacio para incorporar. a modo de ejemplo, una asignatura como Educación en Valores Cívicos y Éticos, de carácter obligatorio y Filosofía como asignatura optativa.
No vendría mal que los educadores y los padres de familia, reflexionásemos al respecto.
Notas
(1) Imagen o conjunto de imágenes de hechos o situaciones pasados que quedan en la mente.
(2) Periodo histórico que empezó en 1492 con el descubrimiento de América y terminó en 1789 con la Revolución Francesa, aunque se extendió hasta la Edad contemporánea (Siglo XIX).
El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.