Rolando E. Garvizu M.
El servicio de atención en la Caja Nacional de Salud (CNS) deja mucho que desear y el costo lo tienen que pagar los asegurados a este sistema. Desde la falta de medicamentos, por varios meses, pasado por la falta de un médico suplente para quien hace uso de sus vacaciones, y llegando a la necesidad de programar citas con médicos especialistas a tres o más meses de la fecha de transferencia.
Cualquiera que vaya por alguno de los consultorios que tiene la CNS en la ciudad de La Paz, cualquier día, podrá escuchar los reclamos de los que necesitan de ir a los mismos por algún problema.
Hace por lo menos cuatro meses que en las farmacias de la CNS, como del consultorio 9 de Abril, no tienen Domperidona (comprimidos). La primera receta no despachada fue de principios de marzo, y la más reciente de principios de este mes. Un principio de coordinación haría suponer que Farmacia podría indicar a los médicos del consultorio que no receten este medicamento porque no lo tienen. Pero nadie informa a los médicos que no tienen en almacenes determinado medicamento.
La insuficiencia de médicos especialistas es notoria. Los pacientes que reciben transferencias a algún especialista deben esperar unos tres meses para ser atendidos. En un caso, el paciente había terminado sus exámenes médicos por covid-19, cuando la neumóloga del 9 de Abril le dijo que pasados tres meses debía pedir a la médica familiar, que le diera un traspaso al neumólogo para un examen final. Cuando hizo el pedido, la médica familiar dijo que no podía atender el pedido, porque el 9 de Abril hace tiempo que no tiene neumólogo.
Otro problema es la necesaria suplencia para el médico que hace uso de su vacación anual. En tal caso, recargan el trabajo a otros médicos, como los que atienen el servicio Prisa, o algún consultorio próximo. No contratan a un médico que pueda reemplazar al que está de vacaciones.
Los problemas de la CNS tienen larga data. A fines de mayo de 2019, la Defensoría del Pueblo recibió quejas de pacientes con cáncer, sobre falencias en la atención que reciben en el Centro Oncológico de la CNS, Regional de La Paz. La Defensora Nadia Cruz, informó que en abril, representantes de las personas enfermas con cáncer presentaron queja sobre aspectos relacionados a la atención del servicio de oncología, como la carencia de camas, retrasos en la compra de servicios de radioterapia y braquiterapia, falta de habilitación de quirófanos para cirugías, alimentación que no responde a la dieta de los pacientes, falta de protocolos específicos de atención del cáncer, dilación en los reembolsos y denuncias de maltrato por parte del personal del centro médico.
A mediados de julio de 2022, en respuesta a la solicitud de la Defensoría del Pueblo de subsanar las deficiencias en los servicios de emergencias de siete hospitales obreros de la CNS, identificadas en una verificación en abril pasado, la Autoridad de Supervisión de la Seguridad Social de Corto Plazo (Asuss) hizo una supervisión a estos centros de salud y confirmó los hallazgos reportados por la entidad de derechos humanos.
El Seguro de la Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS) inició sus actividades en 1956 con la inauguración de servicios médicos, tras la promulgación del Código de Seguridad Social Boliviano, realizado el 14 de diciembre de ese mismo año.
A principios de 2001, autoridades de la CNS dijeron que comenzaría la construcción del “Hospital del Sur”, con una inversión de algo más de 13 millones de dólares, en predios ubicados entre las calles 15 y 16, de la Av. Costanera de Calacoto. Hasta ahora, nada pasó. Suponemos que no se lo construye por falta de recursos, pero el presupuesto de inversiones del 2022 de la CNS tuvo una ejecución de solo un 32%. Esto muestra que no se trata de falta de recursos.
En el documento de la Audiencia de Rendición de Cuentas Final, gestión 2022, la CNS informó que para ese año se aprobó un presupuesto de inversión de 449.144.369,00 bolivianos y la ejecución de ese presupuesto solo llegó a 144.712.975,20 bolivianos, el 32,22% de lo programado. Y el presupuesto total para ese año (tanto inversiones, como funcionamiento y Covid-19) llegaba a 6.102.681.98 9,00 bolivianos, la ejecución presupuestaria a 4.167.854.417,25 de bolivianos, con un porcentaje de ejecución del 68,30%.
Aquí nos preguntamos: ¿qué hace el Directorio de la CNS, presidido por el representante de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia? Su trabajo es fiscalizar.
El autor es periodista.