La Revoluci贸n Francesa, aclamada en los libros de historia como un hito en la lucha por la libertad, la fraternidad y la igualdad, fue en realidad un rotundo fracaso. Las ideas que pretend铆a enarbolar nunca llegaron a plasmarse como tales, en cambio sirvi贸 como excusa perfecta para el abuso, las ejecuciones sumarias y la venganza. Maximilien Robespierre y los jacobinos son el ejemplo claro de esta traici贸n a los ideales revolucionarios.
Robespierre y su Comit茅 de Salud P煤blica instauraron un Reinado del Terror, donde miles fueron guillotinados sin un juicio justo. La libertad se convirti贸 en represi贸n; la fraternidad en delaci贸n; y la igualdad en una mentira. Los mismos revolucionarios que prometieron un cambio se convirtieron en tiranos, estuvieron preocupados por mantener el poder, que cumplir con las promesas hechas al pueblo.
Otro ejemplo del fracaso de la Revoluci贸n Francesa fue la sustituci贸n de la monarqu铆a francesa por un emperador. Napole贸n Bonaparte no solo restaur贸 la figura del monarca, sino que super贸 con creces los abusos de los reyes anteriores. Su ambici贸n desmedida llev贸 a Europa a una serie de guerras devastadoras, consolidando su poder a costa de millones de vidas. La revoluci贸n que comenz贸 con la promesa de terminar con la tiran铆a, termin贸 instaurando una a煤n m谩s fuerte.
La causa principal que llev贸 al fracaso de la Revoluci贸n Francesa fue la 鈥渃ompasi贸n鈥. El sentimentalismo emp谩tico, sin un filtro cr铆tico, condujo la llamada revoluci贸n de la libertad a la simple venganza. La empat铆a se volvi贸 selectiva, beneficiando a unos pocos y desatendiendo a la mayor铆a.
La exportaci贸n de la Revoluci贸n Francesa a gran parte del mundo occidental no estuvo exenta de los mismos errores y desaciertos. La empat铆a selectiva se convirti贸 en el com煤n denominador de todo movimiento social que se autodenominaba 鈥渞evolucionario鈥. Los errores y abusos 鈥渏acobinos鈥 de Robespierre se trasladaron a casi todo el mundo occidental. El llamado Siglo de las Luces, de la igualdad, fraternidad y solidaridad, comenz贸 entre las sombras y continu贸 entre ellas, pues su empat铆a selectiva nunca desapareci贸; incluso, se podr铆a decir, que se multiplic贸.
El populismo latinoamericano, como heredero de la Revoluci贸n Francesa, supo manejar por d茅cadas el sentimentalismo emp谩tico selectivo como punta de lanza de sus promesas falsas. De la misma manera, el progresismo, como su nuevo heredero, tambi茅n sigue los mismos preceptos, que no son m谩s que caprichos abusivos que buscan privilegios en medio de una sociedad cada d铆a m谩s absorta hacia la manipulaci贸n emp谩tica de lo llamado 鈥渄iferente鈥.
La historia de la Revoluci贸n Francesa nos ense帽a que, sin un an谩lisis cr铆tico y una aplicaci贸n justa de la empat铆a, los ideales m谩s nobles pueden convertirse en la excusa perfecta para el abuso. La humanidad tiene que aprender de estos errores para no repetirlos. Se alcanzar谩 la verdadera igualdad, fraternidad y libertad solo cuando la empat铆a sea genuina y universal, no selectiva y manipuladora.
No queda m谩s que resistir el embate medi谩tico de la empat铆a selectiva. Es necesario leer, pensar y escribir cr铆ticamente sobre estos temas. Solo as铆 podremos desentra帽ar las verdaderas causas de los fracasos hist贸ricos y evitar repetirlos. Todav铆a estamos a tiempo para aprender de la historia y construir un futuro m谩s justo y libre.
El autor es te贸logo, escritor y educador.