Jorge Liz谩rraga Torrico
Sin pretender emitir un criterio u opini贸n especializada, o menos dar la raz贸n a alguien y adem谩s viniendo de quien su percepci贸n puede quedar en la nada, es importante rescatar el discurso de posicionamiento institucional como Estado ante las Naciones Unidas, del primer mandatario de un pa铆s que vive una izquierda-socialista diferente, pero quien en la oportunidad que le dieron, manifest贸 ante la comunidad internacional, aspectos tan relevantes y verdades o realidades dispersas, como apreciable es tambi茅n reconocer que a nivel interno, su suerte es un tanto diferente.
El presidente chileno Gabriel Boric, en un discurso sin parang贸n, hizo relucir el pensamiento de quiz谩 dos terceras partes del mundo, o al menos con sentido com煤n superficial y siempre en pro de reconocer a las Naciones Unidades sus errores, y vanagloriar sus aciertos, pero ante todo ver una necesidad como comunidad internacional de hacer cambios y actuar en consecuencia.
El multilateralismo y la defensa y protecci贸n de los derechos y soberan铆a de los pueblos del mundo no pueden quedar abandonados por proteger ciertos intereses de pocos, frente a la necesidad de muchos, como tampoco se puede desconocer que el cambio clim谩tico es una realidad que los Estados y gobernantes deben comenzar a verlo y tratar de resolverlo, seg煤n los compromisos con sus pueblos, como as铆 con los tratados y acuerdos internacionales y agenda del futuro.
La labor del Consejo de seguridad de las NNUU, en estas 煤ltimas d茅cadas no ha aportado seg煤n el prop贸sito inicial de su constituci贸n,
tampoco ha respondido al inter茅s mayor, cual es el pueblo del mundo, y por el contrario, se han acomodado sus componentes a la voluntad internacional ligada a intereses econ贸micos-pol铆ticos, por lo que se hace necesario reformar su estructura y lineamientos de acci贸n, incorporando a potencias emergentes como Brasil, India, Nigeria, Sud谩frica entre otros.
Es importante rescatar la alusi贸n activa al enriquecimiento il铆cito a nivel internacional a trav茅s de negocios transnacionales y acuerdos de protecci贸n al il铆cito, por lo que proponer la creaci贸n de Impuestos internacionales y se rinda cuentas sobre transferencias y origen de recursos, como tambi茅n se considere el aporte obligatorio de quienes se aprovecharon o aprovechan, sin aporte significativo para el pa铆s donde habr铆an obtenido sus riquezas en los mismos, es una iniciativa que debiera ser ponderada, a pesar de los intereses de multimillonarios o multinacionales en contrario.
La perspectiva de la imagen y representatividad de la mujer en el contexto mundial, es importante destacarla y reconocerla, como la violaci贸n de los DDHH en el mundo y contra las mujeres debe parar, a pesar de perpetrarse con la complicidad entre Estados, seg煤n sus intereses. Eso debe cambiar.
Cambiar tambi茅n la concepci贸n de que el mundo debe elegir entre barbaries, es un hecho, no es posible que en la propia casa del mundo, las NNUU, los Estados deban elegir entre la acci贸n genocida de Israel o los actos terroristas de Ham谩s; o deban quedar en silencio frente la invasi贸n rusa contra el pueblo ucraniano; o desconocer las atrocidades que viven pa铆ses incluso lim铆trofes con relaci贸n a sus gobernantes y acciones contra sus pueblos; o el bloqueo econ贸mico contra Venezuela, que no hace sino perpetuar al dictador y arremeter contra el pueblo oprimido y acrecentar la migraci贸n.
Una ponderaci贸n especial a la justicia y el estado derecho que debe funcionar, como se debe respetar, seg煤n los lineamientos institucionales y de protecci贸n y defensa de los Estados, la democracia, hay que ponderarla como hay que reprochar el autoritarismo, venga de donde venga. Y la labor de la comunidad internacional no es sino unirse y luchar contra las atrocidades del mundo. Las acciones biocidas que matan a nuestro planeta deben ser sancionadas y el compromiso por la lucha contra el cambio clim谩tico debe ser de todos y a favor de todos.
Estos y algunos otros aspectos, con cierta cosecha personal, fueron esgrimidos por un presidente cuyo discurso de izquierda latinoamericana, condice con quiz谩 otros l铆deres latinoamericanos, pero discrepa, aunque en cierta medida se complementa, aunque usted no lo crea, con aquel llamado libertario del mundo. No obstante, lo importante es escuchar en el contexto internacional a l铆deres mundiales cuyas percepciones son ciertamente cercanas al imaginario ideal.
El autor es abogado.