Jorge Roberto Marquez Meruvia
La Sede de Gobierno, a principios de 2024, mostr贸 la incapacidad de las autoridades en gesti贸n de riesgos. Prueba de ello es que la gesti贸n de Iv谩n Arias apenas gast贸 el 4,6% (261,0 millones de Bs) del presupuesto entre los a帽os 2021 y 2023; las gestiones de Luis Revilla, en cambio, gastaron el 7,9% (635,6 millones de Bs) y el 5,1% (612,7 millones de Bs), mostrando de manera clara que es fundamental el gasto en gesti贸n de riesgos. Debemos recalcar que los datos anteriormente expuestos los dio a conocer en sus redes Julio Linares, que ocup贸 la Secretar铆a Ejecutiva Municipal a principios de la gesti贸n de Arias y que tambi茅n fue coordinador de su Alianza Por El Bien Com煤n Somos Pueblo.
Las lluvias golpearon amplias zonas de la ciudad, siendo las m谩s afectadas Irpavi, Achumani, Amor de Dios y Aranjuez, donde hasta hoy se ven muy pocos avances en la reposici贸n de las 谩reas verdes que fueron destruidas por la fuerza de las aguas. Desastre que sirvi贸 tanto para el municipio como para el Gobierno central, de base para propaganda del momento y el nulo trabajo de las obras correspondientes. Algo similar pasa con el peligro del embovedado de San Francisco, que se conoc铆a desde el inicio de la gesti贸n y que reci茅n fue prioridad para la administraci贸n de Arias en 2024.
Aparte de la p茅sima gesti贸n de riesgos, la improvisaci贸n evidente y el espect谩culo realizado desde el municipio, la administraci贸n de Arias se caracteriza por la corrupci贸n en todos los niveles. Las Loritas demostr贸 la incapacidad de fiscalizaci贸n territorial de las subalcald铆as. No podemos olvidar que, por 贸rdenes del mism铆simo alcalde, se dio de baja el comunicado que alertaba sobre Las Loritas, tarea que corri贸 a cargo del actual Subalcalde Centro, Rodney Miranda (exsecretario de Culturas), quien tambi茅n es responsable de la destrucci贸n del patrimonio arquitect贸nico y urban铆stico de Sopocachi mediante una resoluci贸n basada en un informe elaborado por un arquitecto que no se encuentra colegiado y que no pod铆a ejercer en el 谩mbito p煤blico o privado. Lo mismo puede decirse de la famosa remodelaci贸n de la Plaza Abaroa, que es patrimonial y en la que se cometieron similares vicios para presentarla como una s煤per obra de la gesti贸n.
Arias es responsable por omisi贸n de la mayor estafa inmobiliaria que se vivi贸 en La Paz, afectando a m谩s de 600 familias. Su gesti贸n tambi茅n foment贸 las edificaciones fuera de norma mediante la ley municipal 467, la nefasta ordenanza municipal 046 (cuya proyectista, la concejal Luc铆a Mamani, mencionar铆a a la prensa que fue el alcalde quien le entreg贸 dicha ordenanza), el proyecto de ley de viabilidad legislativa al derecho a la edificabilidad que sigue durmiendo en comisi贸n y que sigue siendo un peligro para la ciudad, y el vulgar decreto 034, que daba v铆a libre a la construcci贸n sin l铆mites y que fue abrogado hace unos d铆as.
Un escenario similar de corrupci贸n es el que vemos en la Direcci贸n de Publicidad Urbana, con vallas publicitarias fuera de norma que comenzaron a pulular desde 2021 y que no tributan al municipio por las licencias y patentes, causando un da帽o econ贸mico de m谩s de 7 millones de Bs. Se benefici贸 a unos cuantos y se manipul贸 el sistema G茅nesis II y los conteos correspondientes por cada uno de los puntos de las m谩s de 50 vallas fuera de norma. Son tambi茅n la muestra de que la corrupci贸n rota en el municipio, que los responsables dejan los puestos donde se cometi贸 la tropel铆a para ocupar otro puesto rentable. En este caso en particular, dejaron la Direcci贸n de Publicidad Urbana para tomar la Direcci贸n de Mercados, una direcci贸n en la Subalcald铆a Sur y, actualmente, ser director de Recursos Humanos. Todo esto con el visto bueno del alcalde Arias. Los hechos de corrupci贸n de las construcciones y vallas publicitarias fuera de norma son conocidos por la poblaci贸n gracias al trabajo fiscalizador desde el Parlamento, llevado a cabo por el diputado Alejandro Reyes, cuyo trabajo nos muestra el m茅todo de mil colores para desfalcar a la ciudad.
Ante el panorama oscuro y sombr铆o de la gesti贸n de Iv谩n Arias en la alcald铆a, a los ciudadanos nos queda la vigilancia de sus acciones y la denuncia sobre omisiones de sus deberes y obligaciones, para detener el estrago edil.
El autor es polit贸logo.