El pan vivo bajado del cielo
A pesar de estar descarriados, por este materialista carril terrenal, Dios Padre siempre nos motiva hacia el Hijo, para que le sigamos y podamos ser motivo de inspiraci贸n gloriada. Cada cual consigo mismo, es el que abre sus sendas interiores, para que la semilla de la certeza florezca en los andares. Con las entretelas abiertas, nos reconocemos y reencontramos, porque el Esp铆ritu Santo nos eleva a la m铆stica relaci贸n de amor y vida.
I.- Tomar parte durante toda la vida: en su pensar y en su querer sagrado
Seguir a quien es verdad y vida, nos colma el coraz贸n de alegr铆a, da pleno sentido a nuestro obrar, pero implica renuncias y apuros, ir a contracorriente y no fenecer.
Conscientes de nuestra flaqueza, de nuestras trabas y dificultades, de nuestros intereses mundanos; pero alcanzando la justa estrella, volveremos a mirarnos en Jes煤s.
En comuni贸n con el Libertador, adorarle y saber que 脡l nos ama, es la mayor quietud por la tierra; curso en la cancha de los ciclos, y soporte para nuestros andares.
II.- Tomar parte durante toda la vida: en su hacer y en su quehacer et茅reo
En el hacer de Cristo est谩 la cruz, su gran pasi贸n es la conciliaci贸n, ser uno como el Padre y 脡l lo es, manantial de compasi贸n perenne, de bondad y de perd贸n por todos.
No hay mejor servicio que servir, no hay mejor donaci贸n que darse, no hay mejor dicha que ofrecerse, ni superior alimento que el aliento, pues la idea de ese pan es el amor.
En la Eucarist铆a lo que se declara, es el velo a una velada de afectos, la gracia del Alt铆simo en nosotros, su viva Palabra y su n铆veo Cuerpo, que nos sacia y nutre de s铆 mismo.
III.- Tomar parte durante toda la vida: en su partir y en su compartir sereno
Un rehacerse y hacerse cada d铆a, con la trenza viva que nos re煤ne, para loar el memorial armonioso, por el que somos parte del verso, que reparte comuni贸n de latidos.
Dej茅monos vivir y en este revivir, extendamos la pauta del Redentor, ensanchemos el amar sin medida, haciendo de nuestra savia un don, la de retornar pr贸ximo al pr贸jimo.
La confianza en el Maestro divino, nos invita a estar en plena guardia, porque el Creador nos percibe luz, nos atiende a todos los problemas, con la fe puesta en el lazo fraterno.
corcoba@telefonica.net
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