Parte I
El miedo moviliza a la gente, bloquea caminos, incendia bosques, el miedo paraliza al presidente, pone nerviosos a los ministros, desespera a los poderosos. El miedo confunde a la gente y la anima a protestar en las calles. Por último, el miedo tumba dictaduras. Se inicia la etapa sediciosa en Bolivia, a la cabeza del exmandatario, es el último recurso que le queda. Al que tanto defenestraba la idea de golpe de Estado en Bolivia, ahora no le queda otra salida que utilizar a los movimientos sociales para retornar al poder, todo inicia con una “marcha para salvar Bolivia”. El responsable de la catástrofe que está sufriendo el país, cínicamente se cree el salvador de la patria. La última aventura del exmandatario parece que terminará en tragedia. En el fondo, es el miedo a perder el poder.
El exmandatario qué dolor tan cruel quiere causar a Bolivia y qué jubilo tan grande van a sentir nuestros enemigos internos y externos, cuando sepan que la discordia y la división reinan entre nosotros, los bolivianos. Una llaga, una herida incurable se extiende por todo el país, es el cáncer del narco socialismo, que lo único que hace es destruir Bolivia. Todas estas desgracias nacen del desprecio a la Constitución Política del Estado por parte del exmandatario, no obstante, que él mismo cerró el candado constitucional a su re-re-re-elección. Por eso le digo amén a la Constitución, de manera irónica, ya que es fruto de un proceso histórico de cambio, como ellos dicen. Por eso le digo al expresidente, nadie puede estar por encima de la Constitución. Todo el pueblo debe respetar la Constitución que el mismo expresidente mandó a hacer, a su gusto y medida, ya que ésta asegura la integridad de todos los derechos. Si usted viola por capricho estas disposiciones, no le queda otra cosa al pueblo que la rebelión y el reordenamiento de todas las cosas.
Hay que reconocer el poder del miedo que siente el presidente Arce Catacora, es notorio, sabe que tomó malas decisiones y, por ende, es también responsable de la crisis económica que vive el país. Solo es un títere utilizado por China y Rusia, para convertir a Bolivia en el conejillo de indias de Sudamérica, para medir la reacción ante los planes futuros de los reyes del oriente. Por otro lado, el miedo y la desesperación del exmandatario por retornar al poder ya raya en la locura, porque si no cumple su objetivo, se destapa toda la olla de inmundicia y corrupción que hubo en toda su gestión de gobierno. Quiere seguir gozando de inmunidad e impunidad ante los tribunales de justicia en Bolivia y en el exterior. Solo es un títere utilizado por las grandes organizaciones criminales y peces gordos del narcotráfico, que quieren convertir a nuestro país en el Santo Grial del Narcotráfico y la mafia organizada, incrustada en el Gobierno boliviano. Donde todos los politiqueros de una y otra manera están involucrados.