Luz Castillo Vacano
Si bien se cuentan los establecimientos educativos y los centros de salud, no ocurre lo mismo con los museos. Tres autores nos brindan tres diferentes cifras. En 2015 María Carrasco Patzi y Carlos Contreras Carrasco en su obra “Paseando por mi tierra Bolivia – Directorio de instituciones culturales”, obra editada en la ciudad de Cochabamba, daban el número de 130 museos en Bolivia distribuidos de la siguiente forma: Cobija: 3, Cochabamba:14, La Paz: 46, Oruro: 13, Potosí: 10, Santa Cruz: 15, Sucre: 20, Tarija: 4 y Trinidad: 5. En 2023 el Grupo Somus (Soñando Museos) de la Tecnicatura Museología y Museografía del Prog. Antropología FACSO-UMSS de la ciudad de Cochabamba proponía el número de 179 museos en Bolivia, repartidos del siguiente modo: Beni: 9, Chuquisaca: 26, Cochabamba: 27, La Paz: 29, Oruro: 8, Pando: 3, Santa Cruz: 31, Tarija: 14 y Potosí: 32. Finalmente, en 2024, el sitio https://ciudatoslab.org/historias/mapa-museos-bol/, proporciona el siguiente dato: 233 museos en Bolivia distribuidos de la siguiente manera: Beni: 13, Chuquisaca: 22, Cochabamba: 34, La Paz: 60, Oruro: 11, Pando: 2, Potosí: 38, Santa Cruz: 38 y Tarija: 15.
¿Cómo explicar estas diferencias en el conteo de los museos? Si bien, varios museos son instituciones estables, otros, en cambio, tienen un tiempo de duración bastante limitado, lo que provoca inexactitud en el trabajo de los investigadores que suelen visitar el museo o evidenciarlo en internet para constatar que luego desapareció. Otra causa de la imprecisión podría ser la inexactitud del concepto de museo, por lo que los autores probablemente tomen en cuenta, por ejemplo, simples depósitos que se autodenominan museos, como tales y los añadan a su inventario. Finalmente, otro motivo es acudir solo a la página web sin constatar su existencia real.
Sea como fuere, se evidencia la necesidad de establecer una forma de contar a los museos y, además, conocer todos los servicios que brindan a la sociedad. Estos servicios son permanentes, pero se visibilizan en los eventos programados anuales que desde fines del Siglo XX y todo el Siglo XXI no han hecho más que expandirse en toda Bolivia debido a la excelente recepción de la población que participa, entusiasta en los mismos llamados de diferentes formas como: Larga Noche de Museos, Noche de Museos, Día Internacional de los Museos, Día de los Museos, Noche del Patrimonio Cultural, entre otras denominaciones que hacen referencia a un día en que casi todos los museos abren sus puertas invitando al público a conocer sus colecciones.
Si bien muchos gobiernos municipales han contabilizado con precisión los museos situados en su jurisdicción, no ocurre lo mismo con las gobernaciones, que no siempre cuentan con el dato preciso en relación a la suya. Contar a los museos no solo implica tener un dato numérico, sino que es la constatación de una creciente dinámica cultural en la sociedad, de la satisfacción de las necesidades de consumo cultural y de la autoestima colectiva que supone cuidar y valorar aquellos objetos. Estos objetos, extraídos de la naturaleza o producto de la cultura, han perdido su vida útil, pero han adquirido un valor testimonial que refleja el genio creador del ser humano y la maravilla de la naturaleza. Conocer cuántos museos existe es poder saber cuánto estamos dispuestos a encontrarnos con nosotros mismos: con nuestra flora, nuestra fauna, nuestra geología y nuestra cultura.
La autora es antropóloga.