Venezuela está en completa miseria desde hace mucho tiempo, algo que es incomprensible, sabiendo que es un país “bendecido”, que podría ser una potencia regional. Si la comparamos con los países árabes petroleros, éstos con mucho poder económico son cada vez más influyentes en el mundo, y están en camino de convertirse en potencias mundiales, principalmente Arabia Saudita. Todo esto es gracias al petróleo, cuya principal reserva está en Venezuela, por lo que, en una situación diferente, sería una potencia regional y, sin duda, del país más rico de Sudamérica.
Tener recursos naturales no sirve si no son bien administrados y aprovechados. Pasan de ser una bendición a una maldición; en América Latina somos expertos en esto, claro ejemplo de ello es nuestro país. Bolivia tiene gran cantidad de recursos naturales que jamás han podido ser un factor de crecimiento estable. Por el contrario, han causado que nos estanquemos como una economía poco productiva y primaria. El responsable es el Estado boliviano, que jamás supo administrar sus recursos de manera idónea, lo que hoy explica nuestro estancamiento económico. Por otra parte, tenemos a los Estados árabes, que han sabido sacar provecho del petróleo hasta “la última gota”; eso explica su crecimiento monstruoso.
Si Bolivia y otros países de la región están “bendecidos” por la gran cantidad de recursos naturales, lo de Venezuela llega a otro nivel. Tienen la reserva más grande de petróleo del mundo y cuentan también con grandes reservas de oro y gas; es algo monstruoso. Hablamos de un país que podría ser una gran potencia si supiera administrar sus recursos; es incomprensible la miseria en la que hoy viven. Esta miseria extrema ha causado una de las olas migratorias más grandes del mundo.
Mi respuesta para entender la mala situación de Venezuela es simple: socialismo. El socialismo instaurado por el nefasto Hugo Chávez es el causante de la deplorable situación de Venezuela, un modelo económico fallido que una vez más muestra su capacidad para dejar en la miseria a países “ricos”. El Estado venezolano fue perdiendo competitividad en la explotación de petróleo y sus gastos fueron aumentando de manera considerable. Estos dos fenómenos explican cómo, en un momento dado, la economía venezolana se estancó, y dio paso a una crisis monstruosa en los años más recientes. El modelo socialista explica el freno de la economía venezolana; esto, sumado a las sanciones, ha sumido al país en la más profunda miseria. ¿Cuándo la gente entenderá que el socialismo es sinónimo de fracaso y pobreza?
De igual forma, hay que hablar del despilfarro venezolano, que llegó a grados alarmantes con Chávez. Se empezó a “expropiar” o subvencionar todo, algo que a la larga es dañino para la economía. Además, Venezuela con sus petrodólares financió a los movimientos socialistas de la región. Sin ir más lejos, fue el gran “donante” del MAS, causante de la actual miseria nacional. Así como a nosotros, Chávez arruinó con sus petrodólares a muchos otros países, financiando movimientos de izquierda sumamente dañinos. Nuestro caso es extremo, ya que seguimos sometidos al socialismo desde el año 2005; Bolivia está “moribunda” por culpa de esta ideología.
Despilfarro, corrupción, socialismo, escasez, migración y sanciones económicas son los principales hitos del chavismo, corriente destructora de un país “rico” como Venezuela. Hoy, se hace más fuerte el dicho de que si al Estado le das la administración de un desierto, en unos años no habrá arena. Es un dicho verídico, pero en vez de Estado usaría socialismo, ese modelo nefasto, expropiador y ridículo. El Estado, de tener directrices bien establecidas y una administración capaz, es útil en la economía; pese a que creo que su rol fundamental es la administración de justicia y orden.