Jhonny Vargas
Las reglas del juego internacional no cambian, existen muchas amenazas que ponen en peligro la misma estabilidad regional en muchos continentes. Afrontar estos problemas mundiales desde la óptica unipolar, es imposible, lo único viable es el diálogo multilateral, pero se lo quiere hacer a través de instituciones internacionales decadentes como la ONU (Organización de Naciones Unidas). En la 79 Asamblea general de NNUU, se llevó a cabo la “Cumbre del Futuro”, donde todos los líderes mundiales ofrecieron solo discursos y poses para la foto, pero ningún pacto podrá ser suficiente para encontrar una solución a los retos mundiales: hambruna, conflictos bélicos, crisis sanitarias y colapso económico global.
El contexto global es muy complejo, no hay soluciones globales, no existe un mañana para la humanidad. Muchos de los líderes mundiales todavía no comprenden el grave peligro que afronta la humanidad y el planeta tierra. La ONU con su lema de “Paz y Seguridad”, dejó de ser la organización mundial que inspire y logre la unión y modestia de sus miembros. No existe sensatez en sus propósitos, su único objetivo es imponer su agenda 2030. Por esa razón muchos líderes desconfían de este organismo, no están de acuerdo con dicha agenda. Ha llegado para la humanidad, la hora de declarar su independencia respecto a este organismo internacional que solo sirve a los intereses de los poderosos y amos del mundo. No hay maldad más fría, que la de forzar a los pueblos libres a suscribir un pacto global, para luego tener el pretexto de intervenir. No hay plan más tenebroso que la de presionar a los pueblos para que actúen de una u otra manera sin respetar su autodeterminación.
Qué plan y agenda insensata es aquella que pretende oprimir a los pueblos del mundo, imponiendo una agenda socialista, de corte progresista, con sus políticas de cambio climático e igualdad de género. Hay que fortalecer y revelar la nueva realidad del mundo, hay que dar vida a la lucha por la libertad y la autodeterminación de los pueblos. Hay que refundar o en definitiva crear otra organización mundial. Hoy el mundo tiene otros problemas más complejos que la ideología de género, el fin de la historia está llegando a su término, como decía Francis Fukuyama. Llegó la hora del nexus, del Homo deus de Yuval Harari, esas son las nuevas tendencias filosóficas del futuro de la nueva humanidad, que indican que todo este desconcierto global terminará en una tremenda conflagración bélica global. Todo el mundo vive realidades en una escala sin precedentes. Después de esta conflagración bélica, serán creadas nuevas estructuras políticas, nuevos modelos económicos y nuevas normas culturales, todo producto del cambio tecnológico y la revolución de la IA (Inteligencia Artificial).
Estados Unidos pierde el control del mundo, pues Israel e Irán, Líbano, Egipto y Turquía están al borde de la guerra, mientras Donald Trump advierte sobre una inminente crisis económica y guerra mundial. Nicolás Maduro, más duro que nunca, no quiere dejar el poder, todo esto es una disputa de los BRICS y la OTAN por el petróleo, gas y litio (recursos naturales estratégicos). Joe Biden ordena prepararse para la tercera guerra mundial, porque el conflicto en el medio oriente se le escapó de las manos. Kamala Harris quiere ser la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Bill Gates no se cansa de decir que viene una nueva gran pandemia al mundo. Vladimir Putin está molesto porque cada vez la OTAN sobrepasa las líneas rojas y él está dispuesto a utilizar armas de destrucción masiva en Ucrania. Hay crisis en Alemania, y Francia quiere declarar la guerra a Rusia. Lo que se viene son eventos que sacudirán al mundo, las elecciones en Estados Unidos serán el próximo 5 de noviembre, y octubre es el último mes en el que se puede influir en el resultado electoral. Por otro lado, Volodímir Zelenski quiere provocar el inicio de la tercera guerra mundial y con esto la economía global entrará en una recesión sin precedentes en la historia.
Todo parece indicar que será así, pero el mundo no está preparado para estos eventos, hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. Al parecer la guerra tiene que suceder, dice el poder de facto en el mundo, nada sino la maldad puede provenir de ellos, Hay en Latinoamérica muchos gobiernos opresivos y corruptos, una nueva agenda global debe ser la prioridad de los gobiernos del mundo, para atacar el hambre y la pobreza en el mundo, proveer de un techo y vivienda a los sin techo y vivienda, promover una salud de calidad y calidez a los enfermos del mundo, brindar una educación de calidad a los niños y jóvenes del mundo y, por último, dar las condiciones de paz y seguridad a todos los habitantes de la tierra, donde sean respetados sus derechos y su libertad.
Es necesario atacar la pobreza que padecen las áreas rurales y la corrupción que prevalece en los gobiernos del mundo. Se debe denunciar a los gobiernos corruptos, dictatoriales y poco aptos para gobernar. La corrupción y el abuso de poder representan la mayor amenaza del mundo, los regímenes socialistas como el de Bolivia, son el gran mal. El actual mandatario, el ex mandatario y su movimiento al socialismo deben irse, ha llegado el momento de la nueva estabilidad en Bolivia y el mundo. La economía anda en ruinas, hay escasez de dólares y carburantes, mucho desempleo e inflación, la producción agrícola e industrial está deprimida, el enorme déficit de Bolivia, se está llevando a muchas fábricas y microempresas a la quiebra. La lucha por el poder entre los masistas, solo consigue agravar la crisis y bloquear los caminos no es la solución.
Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.