El crecimiento económico estimado por el Gobierno es de 3,71%, pero los organismo internacionales proyectan que no pasará de 2% y para el próximo año bajan las proyecciones.

Los bolivianos cierran el año con una crisis de confianza hacia el Gobierno debido a que la falta de divisas, el desabastecimiento de combustibles y la corrupción, que al parecer no son de prioridad para las autoridades, pues todo lo contrario se inclina más por la política. Una radiografía de la realidad boliviana presentada por Ipsos Ciesmori muestra que el 95% de las personas consultadas opinan que las cosas van por mal camino y la confianza del consumidor boliviano va en caída libre.
La corrupción es el principal problema que observa la gente, pero también está el desempleo, la inflación, de acuerdo con la presentación del director client service de Ipsos Ciesmori, Luis Garay Langberg.
La confianza del consumidor boliviano está baja y éste índice va descendiendo continuamente; sin embargo, Garay señala que el porcentaje menor muestra que hay una crisis de confianza.
Si no se realizan cambios en el manejo de la economía, ese indicador seguirá bajando, y la gente observa que no hay esperanza en que se resuelvan los problemas en el corto y mediano plazo.
Otro dato interesante que muestra el informe de Ipsos, es que el 86% de la población tiene dificultades en sus compras, ya sea porque se agotaron o porque elevaron sus precios los artículos.
Los principales temas abordados en el estudio incluyeron: la situación del país: percepciones y preocupaciones; percepción ciudadana sobre la gestión gubernamental: ¿Cómo evalúan los bolivianos la gestión del gobierno en los diferentes ámbitos?; comportamientos de compra y costo de vida; y expectativas para el futuro: ¿Qué esperan los ciudadanos para el próximo año?

Temas
El estudio muestra que Bolivia enfrenta un pesimismo generalizado, con apenas un 5% creyendo que el país va por buen camino. Las principales preocupaciones son el desempleo, la corrupción política y la inflación.
Asimismo, la confianza del consumidor boliviano continúa descendiendo, alcanzando su nivel más bajo en comparación con otros países de la región. Esto se refleja en cambios significativos en los hábitos de consumo.
Los economistas al respecto indican que las personas por la crisis económica y falta de circulante, priorizan sus compras y más destinan a alimentos y medicamentos, según un análisis realizado, hace tiempo, por el exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza.
Por su parte, la chief client officer de Ipsos Ciesmori, Alejandra Candia, enfatizó que “el continuo descenso de la confianza del consumidor boliviano, plantea un desafío significativo para la economía boliviana y las instituciones, por ello se le debe prestar atención de manera urgente”.
Inflación
A pesar de haber fijado el Gobierno un estimado de inflación para el 2024 de 3,6%, a octubre la cifra casi bordea el 9%, y el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, estima que pasará el 10%, la más alta de los últimos años. Para el 2025, las autoridades nacionales ya proyectan que podría estar en 7,5%.
El analista Gonzalo Chávez explicó en reiteradas oportunidades, a través de sus redes sociales, que uno de los principales problemas es el gasto que realiza el gobierno, lo que provoca déficit fiscal y falta de divisas.
Lo que derivó en la falta de dólares en el mercado nacional a precio oficial y provocó la creación de un mercado paralelo, donde el boliviano ya se devalúo en 60%, aproximadamente, ya que la divisa cuesta más de 11 bolivianos.
A eso hay que sumar la falta de divisas que también provocaron la escasez de combustible en el mercado nacional, por la falta de pago a los proveedores, pero el Gobierno rechazó que fuese por falta de recursos.
Precios
Los precios de los principales productos de la canasta familiar subieron entre 15% a 20%, la situación se complica con el control de precios y su lucha contra la exportación ilegal de mercadería boliviana a países vecinos.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explicó que esa situación se presenta por el tema de precios, mientras en países vecinos los productos bolivianos son cotizados a altos valores, en el mercado interno están bajos, por ello pidió un sinceramiento al gobierno con el precio para reducir la salida de producción nacional.

Política
Por otra parte, los bolivianos indican que la situación con el exmandatario, que es denunciado por estupro, está descontrolada; también la gente señala que hay persecución política a opositores.
El estudio revela que en el ámbito político, destaca que el 73% percibe que la situación con Evo Morales está fuera de control. Además, el 66% considera que hay persecución política en los juicios a opositores.
Mientras tanto, las perspectivas para el 2025 muestran un panorama mixto. Aunque, el 84% considera que el 2024 fue un mal año para Bolivia (un incremento de 7 puntos respecto al año anterior), el 65% se mantiene optimista de que el próximo año será mejor.
“Aunque Bolivia enfrenta importantes retos económicos, políticos y sociales, el espíritu optimista y emprendedor de su gente es el principal activo para impulsar el progreso y desarrollo del país”, sostiene Garay.

Presentación
En un encuentro exclusivo con los principales medios de comunicación del país, Ipsos Ciesmori presentó el estudio: “El 2024 en retrospectiva”.
Ese exhaustivo análisis, basado en las más recientes investigaciones de opinión pública, ofrece una panorámica completa de cómo los bolivianos perciben los principales acontecimientos y desafíos del año.
La presentación, realizada en la oficina central de la empresa, contó con la participación de destacados expertos de Ipsos Ciesmori, quienes profundizaron en los hallazgos clave del informe y ofrecieron una interpretación detallada de los datos.
El country manager de Ipsos Ciesmori, Raphael Villarreal, indicó que el informe “2024 Perspectivas” permite mirar lo que pasó en el año, a partir de trabajo de otros 90 países en los que Ipsos está presente.
Pudimos comparar la información de Bolivia con otras naciones, lo que nos presenta a un mundo conectado, pero al mismo tiempo “cada país es diferente y por ello es fundamental entender el contexto”, acotó.