Emapa no puede cubrir las necesidades de la población, a pesar de todo el aceite que se le envía de la confiscación que realiza el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando. La entidad estatal provoca filas y peleas entre ciudadanos, muy cerca a Cuba.
La producción de aceite del sector oleaginoso está garantizada y el Gobierno comprobó el abastecimiento en el mercado nacional; sin embargo, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce), Gary Rodríguez, dijo que el problema recae en el acaparamiento, ocultamiento, especulación y contrabando, que es responsabilidad de las instancias estatales y no de los productores.
El problema no está en la oferta de aceite, existe y fue corroborado por entidades gubernamentales, observaron que se generó por encima de las necesidades del mercado nacional, aseguró Rodríguez.
El jueves, luego de la reunión entre ministros y productores de oleaginosas, se descartó suspender el veto a la exportación. Los representantes del sector anunciaron que la medida provocará no sólo escasez de aceite, sino también de alimentos el próximo año, debido a que no habrá quién compre insumos a los productores de diferentes sectores, por la falta de divisas.
El sector oleaginoso indicó a la población que se prepare, porque a partir de enero van a escasear los alimentos, no sólo el aceite, sino el pollo, la leche, el cerdo, entre otros.
Explicaron que el veto a la exportación frena el ingreso de divisas y las industrias no pueden exportar hasta harina, debido a la anulación del certificado, por lo que no tendrán dinero para comprar granos de soya.
Para Rodríguez, el problema de la escasez de aceite recae en los cuatro factores mencionados, y las empresas no tienen nada que ver, el principal responsable es el Estado, a través de sus instituciones.
Informó que a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se le destinó 165 mil toneladas de aceite por encima de las programadas.
Precio
También mencionó el enorme diferencial del precio de aceite, que desde 2008 está congelado, por ello sacar a países de Chile, Perú o Brasil, puede significar tres veces más su valor por el tipo de cambio paralelo.
“El dólar está carísimo en el mercado negro”, sostuvo a tiempo de indicar que sacar el producto es más fácil por lo barato en el mercado nacional.
El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, en su momento, indicó que la devaluación del boliviano frente al dólar alcanza aproximadamente 60%, lo que abarata los productos bolivianos, y por ello ingresan extranjeros a comprar producción nacional, como se observa en la frontera con Argentina.
Rodríguez recuerda que pasó exactamente igual con el azúcar en 2010. Se fijó un precio bajo y el producto salió al mercado vecino vía contrabando, la escasez provocó que el valor suba a niveles altos y se registre desabastecimiento en el país.
Explicó que se tuvo que importar azúcar más cara para vender subvencionado, “situación que no duró mucho, ya que internamente el precio del producto subió y por ahí va la corrección con el aceite”.
“El problema no es la oferta, sino es un problema con la comercialización, el Estado debe intervenir y poner en orden las cosas”, sugirió.
Agropecuarios
Entretanto, el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, afirmó que la escasez del aceite comestible en el mercado nacional se debe al contrabando que cometen los intermediarios mayoristas que sacan la producción por Argentina y Perú.
“Nosotros, conjuntamente con las industrias agropecuarias, hemos identificado que el problema central está en que los mayoristas están contrabandeando este producto hacia Argentina, donde el aceite vale el doble, o a Perú, y eso ha generado cierto desabastecimiento, especialmente en La Paz”, alertó en conferencia de prensa.
Morales señaló que se identificó que el sector de la industria oleaginosa del país produce aproximadamente al año 450.000 toneladas (t) de aceite comestible, de las cuales el 20%, es decir 90.000 t, son para consumo interno boliviano y solo un porcentaje del saldo es autorizado para la exportación, por lo que existiría un gran remanente que debería sobrar en el mercado nacional.
Según el Gobierno nacional, a la fecha, las industrias oleaginosas que operan en el país cuentan con un stock de 35.000 toneladas (t) de aceite crudo para refinar y convertirlo en comestible, por lo que se conformaron mesas de trabajo técnico para garantizar el producto para los próximos meses y se descartó importar el mismo.
También Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) compra aceite a los soyeros, lo que también incidió en el desabastecimiento del producto en el mercado nacional; en tanto, el Gobierno no dice nada sobre esta compra.