Desde que la nueva concesionara del servicio de aseo urbano, a cargo de la sociedad accidental, La Paz Limpia (LPL), asumió esa responsabilidad, desde el pasado 25 de noviembre, las calles de la ciudad, se ven descuidadas con pilas de basura en cada esquina y contenedores atiborrados de desperdicios. Se percibe una evidente falta de atención a la demanda ciudadana, ya que los gigantescos promontorios de desechos son una amenaza a la salud pública por la presencia de vectores y perros vagabundos que desparraman por doquier la basura. A esta lamentable situación, se suma la carestía de agua en importantes, como populosas zonas de la capital.
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