Un grupo de residentes bolivianos en Buenos Aires, Argentina, y activistas del 21F, se apostaron en la puerta de la Casa Rosada, donde ayer empezaron a gritar “¡Bolivia dijo No!”, cuando el presidente Evo Morales llegó para reunirse con su homólogo argentino, Mauricio Macri. Los legisladores del oficialismo restaron importancia y aseguraron que eran pocas personas.
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