Señalan que Bolivia solo volverá a tener estabilidad y paz social cuando el líder de los productores de hoja de coca del Trópico cochabambino se encuentre tras las rejas.
Ante recientes aprehensiones de dirigentes del ala “evista” en el Movimiento al Socialismo (MAS), por su participación en bloqueos y otras medidas de presión demandando de intereses políticos e impunidad para Evo Morales, llegando a afectar gravemente la economía del Estado boliviano, el diputado por la agrupación Creemos, José Carlos Gutiérrez, señaló que los problemas continuarán mientras el Gobierno no ataque la raíz del conflicto.
“Aquí el problema sigue siendo el mismo. Señor Presidente Arce: ¿Cuándo va a definir la aprehensión de Evo Morales, para que se acabe el problema en este país?”, expresó el legislador.
En opinión de Gutiérrez, Bolivia solo volverá a tener estabilidad y paz social cuando el líder de los productores de hoja de coca del Trópico cochabambino se encuentre tras las rejas.
“Mientras el MAS no resuelva sus problemas, va a seguir arrastrando a Bolivia a más conflictos. Seamos claros: los delincuentes tienen que estar en la cárcel, y Evo Morales es un delincuente confeso”, agregó.
Esta semana, tras la aprehensión de dos dirigentes cercanos a Evo Morales, responsables de los recientes bloqueos en territorio nacional, el senador Henry Montero señaló que los organismos del Estado deberían detener al expresidente y dirigente de los cocaleros del Chapare, por las medidas que provocaron un grave daño a la economía del país, ataques a la Policía Boliviana y la toma violenta de unidades militares.
“Nos preocupa de por qué no hay mandamiento de aprehensión para Evo Morales, quien encabezó este proceso de marchas y bloqueos. ¿Por qué no hay, le tienen miedo? (…) Que no se vayan por las ramas, hay una cabeza que debe estar detenida por todo el daño que se ha hecho al país”, afirmó Montero.
En criterio del senador, el “evismo” protagonizó un bloqueo por intereses y peleas políticas al interior del MAS, por buscar beneficios de una persona que provocó al menos 4.000 millones de dólares de daño económico al Estado boliviano, el alza excesiva en los precios, escasez de alimentos y otros actos relacionados con el delito de sedición, todo a la cabeza del líder cocalero que permanece impune.