“No pensemos que las leyes están en función del bienestar de unos cuantos, no pensemos que las leyes son buenas en cuanto me favorecen o favorecen a un grupo que busca intereses personales. Cuando pensamos así empiezo a cumplir aquello que me conviene, aquello que me mantiene en privilegios, aquello que me mantiene en el poder”, fueron las expresiones de exhortación de la iglesia Católica en la homilía de ayer pronunciada por Giovani Arana, obispo auxiliar de El Alto.
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