Tal es la molestia de los movilizados que anunciaron que la medida de presión es indefinida y sin cuarto intermedio, mientras se forma una larga fila de vehículos que no pueden transitar por este punto.
Se pudo constatar que la fila de camiones y otro tipo de vehículos parados se extiende por más de 10 kilómetros y aproxima a la rotonda Montero.
En contrapartida, la respuesta del Gobierno ha sido puntual: “No existe justificación para derogar o abrogar algún decreto supremo”. El portavoz de esa postura fue el director nacional de Hidrocarburos, Adams Hurtado, quien llegó hasta el municipio de Montero para sostener una reunión con actores del sector productivo.
Los productores de caña y soya impulsan la protesta porque consideran que los citados decretos los criminalizan. El argumento del Gobierno para aprobar las normas es el desvío del carburante -entre ellos diésel y gasolina- a fines ilícitos como el narcotráfico y el contrabando.
En ese marco, la norma establece la venta de solo 120 litros en bidones, la compra de volúmenes superiores requiere de una autorización de la Dirección de Sustancias Controladas.
A esa disposición se ha sumado la preocupación por las filas que se forman en las estaciones de servicio que comercializan diésel, un combustible clave para el sector productivo, que ingresó a la época cosecha y siembra, y cumple con el inicio de la zafra de la caña.
Hurtado consideró que no hay justificación para impulsar el bloqueo, puesto que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) garantizan el suministro de combustible para las labores productivas.
Se espera que se concreten nuevas reuniones, pero lo productores han sentado su postura en una premisa: la protesta no se levanta hasta que se abroguen los dos decretos. (Santa Cruz, con datos de Unitel)