La decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de autorizar la extradición de Maximiliano Dávila, exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) durante el gobierno de Evo Morales, desató reacciones divididas en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

Desde el Movimiento al Socialismo (MAS), la diputada evista Gladys Quispe cuestionó la medida, aseguró que responde a una estrategia del actual gobierno. “Esta es una jugada, una movida política del gobierno de Luis Arce y su ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Esto tiene el objetivo de generar otra novela de terror porque por varias vías intentaron eliminar jurídicamente y políticamente al hermano Evo Morales, incluso atentaron contra su vida”, afirmó.

La legisladora sugirió que la extradición de Dávila busca involucrar a Morales en narcotráfico. “Ahora, están tratando de implicar a Evo Morales con el caso de Maximiliano Dávila para poder buscar detener al expresidente y entregarlo a manos de norteamericanos. Se viene otra batalla, pero la luz, la verdad y justicia van a prevalecer una vez que se restituya la justicia y los órganos del Estado hagan su trabajo como es debido”, añadió.

Por su parte, desde la oposición, el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Alberto Astorga, aseguró que esta situación marca un momento crítico para el expresidente Morales. “Se viene una noche oscura a Evo Morales. En un principio le quitaron la sigla del MAS y ahora resulta que no puede ser candidato en 2025. Ahora, que Maximiliano Dávila esté en Estados Unidos tendrá que decir su verdad y acá no solo se va a confirmar que Evo Morales es un narcopolítico”, expresó.

Astorga afirmó que esta coyuntura podría tener graves consecuencias para Morales a nivel internacional. “Me parece que es el peor momento de Evo Morales, donde se le van a juntar todos los delitos que cometió. Pienso que está preocupado, está nervioso porque a nivel internacional va a quedar como un narco político”, señaló.

Desde el ala oficialista cercana al presidente Luis Arce, la senadora Ana María Castillo también expresó su postura, señaló que esta extradición podría arrojar luz sobre varios interrogantes. “Esta extradición va a dar muchas respuestas a preguntas de los mismos bolivianos. Pienso que el señor Evo Morales debe estar muy preocupado, y no solo él, sino su entorno, que por muchos años estuvo de asesor, de cómplice, y creo que a la cabeza de Evo y su círculo deben estar muy preocupados”, declaró.

El Tribunal Supremo de Justicia determinó que la extradición de Maximiliano Dávila cumple con los requisitos legales y el convenio bilateral con Estados Unidos. Dávila es requerido por la Corte del Distrito Sur de Nueva York por su presunta participación en una red de tráfico de drogas y su vinculación con Omar Rojas Echeverría, detenido en Colombia por delitos similares.

El exdirector de la Felcn fue detenido en 2022 cuando intentaba cruzar a Argentina y permanece recluido en el penal de San Pedro. Aunque la extradición ha sido aprobada, aún no se ha confirmado la fecha de su traslado a Estados Unidos. (Brújula Digital)