“Está igual, al principio parecía que cambió pero sigue igual, trancaderas y la gente no aprende, hace parar (el minibús) donde le da la gana, todo a vista y paciencia de la Policía y los guardias municipales”, comentó Hilarión C. mientras aguardaba un vehículo en la parada de la plaza Camacho, para trasladarse a Villa Copacabana.
En efecto, a la altura de la Obelisco, donde ya está prohibido parar, los conductores y los mismos pasajeros causan trancaderas cuando paran los motorizados, aunque en tiempos más cortos que antes que se asuma la medida. Por momentos, incluso, se forma una la hilera de motorizados por ese sector.
En la esquina Camacho y Bueno, se observa una situación similar. La costumbre de muchas personas no cambia ya que se apostan por ese sector para tomar un minibús siendo que a pocos pasos es la parada de transporte.
En ambos casos, estaban efectivos de Tránsito y guardias municipales, pero no decían nada ni a choferes ni a pasajeros.
“No creo que cambie, difícil. Ya estamos acostumbrados, yo, por ejemplo, prefiero esperar aquí para conseguir auto, porque más allá se llena y todos vienen hasta aquí para conseguir espacio”, justificó un pasajero que aguardaba subir a uno de los coches que lo trasladan hasta su destino.