Mediante un convenio suscrito entre el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) y la Organización de Estados Americanos (OEA), sin la firma del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y en ausencia de las organizaciones políticas de oposición que participaron de las elecciones y denunciaron fraude electoral, hoy comienza el proceso de auditoría a cargo de una misión de técnicos del bloque internacional que realizará la labor basada en cuatro aspectos enmarcados entre el día de la votación y el cómputo. No se tomará en cuenta los estudios de expertos bolivianos que demostraron una serie de irregularidades.
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