Al mediodía de ayer llegaron del cielo todas las almas de nuestros seres queridos para acompañarnos unas horas y recibir todas las expresiones de cariño con panes, galletas, bizcochuelos, T’antawawas y escaleras que son puestas en una mesa de ofrenda a los muertos junto a p’asankallas de colores, flores, frutas, sus bebidas y dulces favoritos y dos velas que simbolizan la luz de su presencia. El centro político del país no fue la excepción.
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