Tras intenso análisis y debate, el Foro del Agua efectuado en el municipio de San Ignacio de Moxos, Beni, con un férreo compromiso para la lucha y defensa del líquido vital, vertientes y ríos que se ven amenazados en Bolivia por distintos factores como la minería, la pesca a gran escala, el bloqueo de afluyentes y la dejadez e irresponsabilidad de autoridades locales, departamentales y nacionales.
El evento, desarrollado en el corazón de la Amazonia boliviana, aglutinó durante dos jornadas a organizaciones e instituciones de la sociedad civil, expertos y dirigentes indígenas que llegaron desde distintos departamentos para contar sus testimonios y preocupaciones en torno a la conservación del agua, elemento vital para la supervivencia humana, pero que está amenazado,
“Aquí en Moxos no vimos escasez de agua, solo hemos visto que hay contaminación que puede buscar mitigarse (…) las autoridades no se van a mover hasta que los que realmente sentimos las necesidades y efectos no exigimos”, manifestó Abel Machaca, líder del Ayllu de San Agustín de Puñaca, municipio Poopó del departamento de Oruro.
Los asistentes al Foro del Agua, coorganizado por la Parroquia de San Ignacio de Moxos y otras instituciones, compartieron diversas experiencias que sumaron al debate y a la concientización sobre el riesgo que corren los recursos hídricos a merced de intereses externos que no piensan en el bienestar de las poblaciones.
“Viendo todo lo que se ha presentado (durante el evento), hay el camino de la organización entre nosotros para no quedarnos callados”, agregó Machaca que durante su exposición mostró la lamentable realidad que vive su comunidad por la falta de agua debido a la contaminación minera.
Habitantes del municipio de San Ignacio de Moxos, así como de las distintas comunidades del Territorio Indígena Multiétnico (TIM), también participaron del Foro del Agua y compartieron sus testimonios con las organizaciones visitantes. Estos lamentaron la ausencia de las autoridades locales y departamentales en este evento pese a su relevancia.
Asimismo, destacaron la presencia de la alcaldesa del municipio cruceño de Urubichá, Carmen Aguilera, quien participó en el evento para hablar sobre las acciones que realizan en su región para proteger la laguna Yaguarú y los afluyentes que la alimentan.
“Es lamentable que un alcalde que vive a tres cuadras no venga al foro e impresionante que una alcaldesa haya tenido que recorrer cientos de kilómetros para participar y contarnos su realidad”, manifestó uno de los asistentes locales.
Temas como el impacto ambiental generado en la región cruceña de San José de Chiquitos por la explotación minera, las estrategias de siembra y cosecha de agua en las regiones orureñas, el uso del mercurio para la extracción de oro en el norte de La Paz y la contaminación que pone en serio riesgo a la Amazonía, también fueron analizados durante este evento.
“Todos los países, incluyendo Bolivia, tienen normativa contra la minería ilegal. La Comunidad Andina de Naciones tiene normas contra la minería ilegal, pero no se cumplen (…) la minería ilegal avanza a un nivel de destrucción impresionante”, manifestó Pablo Solón, director de la Fundación Solón.
Según el representante, el riesgo se incrementa por el uso del mercurio en la explotación del oro, metal pesado que ya hace estragos en los ríos y afluyentes del norte del departamento de La Paz a manos de cooperativistas mineros que lo utilizan a vista y paciencia del Estado.
LAGUNA ISIRERI
Una de las principales preocupaciones en el municipio de San Ignacio de Moxos es la laguna Isireri. El futuro de este espejo de agua está en serio riesgo debido a su contaminación, el asentamiento humano en sus riberas y la pesca a gran escala. A ello se añade la preocupante disminución del caudal de la laguna Mausa que alimenta y nutre al Isireri en la región mojeña.
“Lo canales de alimentación son indispensables para el funcionamiento de la laguna Isireri (…) Los arroyos Mausa e Víbora conectan directamente con el Isireri. Estos canales tienen un flujo menor a través de los pasos de agua (alcantarillas)”, explicó Alfredo Añez, director de Hoya Amazónica Mojos (Hoyam Mojos).
Los participantes realizaron una visita in situ para conocer la realidad de la laguna Mausa y los problemas que tiene para conectarse con el Isireri debido a la obstrucción de las alcantarillas que se construyeron en la nueva carretera San Borja-San Ignacio de Moxos.
Tras la visita a la estación piscícola que impulsa el Centro de Estudios Hoyam Mojos en cercanías de la laguna Mausa, los visitantes hicieron un recorrido por la carretera San Borja – San Ignacio de Mojos y evidenciaron que el paso del agua no es regular bajo las alcantarillas construidas debido a la presencia de plantas y maleza que obstruyen el flujo de alimentación de agua a la laguna Isireri.
“Consideramos que estas alcantarillas deberían ser mucho más anchas. Se podría solucionar este tema construyendo una alcantarilla mucho más larga, de 30 a 50 metros, hacia el arroyo y con una base de cemento para evitar que la maleza no la obstruya”, explicó Añez.
El evento se realizó en el marco del IX Foro Social Panamazónico (Fospa) 2024 y contó con la participación y coorganización de de instituciones como la Organización de Apoyo Legal y Social (ORÉ), el Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología (Iseat) y del Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia (Gtccj), Hoyam Mojos, la Fundación Solón, la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (Pbfcc), el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (Cenda), entre otros. (Santa Cruz, ANF).