Durante la cuarentena rígida por la pandemia del covid-19 del año pasado, decenas de vendedores instalaron sus puestos de venta en todo este sector, lo cual fue aceptado temporalmente por la emergencia sanitaria de ese momento, pero ahora los comerciantes que aún permanecen pretenden quedarse.
En el sector ofrecen todo tipo de mercancías, desde alimentos, ropa nueva y usada, hasta productos de limpieza entre otros; la venta se instala desde las ocho de la mañana y se extiende a las seis de la tarde, en este lapso echan basura a las bocas de tormenta con el peligro de taponamientos y mantienen sucias las aceras, algunos usan las paredes de propiedad privada para exponer los artículos que están para la venta.
Por la mañana y los fines de semana, la circulación por las aceras es muy difícil por el número de comerciantes asentados, no deseamos que la zona se convierta en mercado callejero, exponiendo a varios peligros a los transeúntes, afirmaron los vecinos.
La Guardia Municipal hace esporádicos controles, pero en cuanto se van los efectivos los comerciantes vuelven a las aceras a obstaculizar el paso de peatones, aseguraron.
Los propietarios de inmuebles piden que las autoridades municipales de la Subalcaldía de Cotahuma tomen decisiones al respecto y se impida el asentamiento de comerciantes, ya que se trata de una zona residencial con casas patrimoniales que son protegidas por las normas nacionales.