Los niños vacunados contra el covid-19 ayudan a la prevención de la enfermedad en toda su familia, evita que lleven el coronavirus a sus hogares, afirmó el pediatra epidemiólogo, Héctor Mejía.
Ante la quinta ola de contagios, fueron movilizadas brigadas de salud para administrar la vacuna contra el covid-19 a estudiantes entre 5 y 17 años en las unidades educativas de todo el territorio nacional. Para que se proceda a vacunar a los menores, el padre de familia debe dar su consentimiento informado.
“La gente debería estar segura de autorizar para que sus niños se vacunen contra la covid-19”, indicó Mejía, también jefe de Enseñanza del Hospital del Niño, tras explicar que con la protección se previene la infección en los niños y la propia familia.
“No solo se va evitar que los niños se contagien en el colegio y lleven la enfermedad a la casa, donde puede haber un anciano o una persona que tiene una enfermedad, y la enfermedad puede ser mucho más grave por la infección que el niño está trayendo de la escuela”, advirtió.
Según el especialista, en las unidades educativas existe una alta probabilidad de que los menores se contagien.
“La escuela es un lugar de hacinamiento donde en un mismo curso están 30 a 40 personas y la probabilidad de contagiarse es altísima, más que en otros lugares”, sostuvo.
Afirmó que es posible que los niños se quiten el barbijo o no lo usen correctamente y la probabilidad de contagiarse es mayor, sin embargo, la vacuna reduce “grandemente” esa probabilidad de riesgo.
El especialista recordó que toda la mala propaganda que se le hacía a las vacunas contra el covid-19, cuando éstas recién salieron, es falsa.
“Ninguno de esos miedos se ha confirmado. Algunos incluso decían que la vacuna volvía en hombre lobo, volvía magnético y un montón de tergiversaciones de la verdad. Eso ha caído por su propio peso, era mentira”, recordó.
De acuerdo con la experiencia del hospital del Niño -dijo Mejía- no existen casos de algún menor que haya ingresado por sufrir algún efecto adverso de la vacuna anticovid.
“Ningún niño ha sido internado como un efecto adverso o un efecto negativo que haya producido la vacuna, en ningún momento desde que se autorizaron las vacunas en Bolivia. Jamás se internó a un niño en esa condición”, enfatizó.
El experto aseveró que los niños, de contagiarse del virus, por lo general pasan la infección de una forma más leve que un adulto, pero el covid-19 puede ser grave en niños obesos, asmáticos, desnutridos o si tienen alguna enfermedad de base.
Alertó que la mayoría de los niños tienen una infección en la garganta, fiebre y dolor, “pero lo peor es que el niño es un diseminador de la enfermedad, puede contagiar a todos, adultos y niños”, advirtió.
En cuanto a los cuidados que debe tener un niño, cuando se vacune, el experto aclaró que el niño puede vacunarse aún si le toca otra vacuna.
“Puede recibir la vacuna contra la covid-19 en un brazo y recibir la vacuna contra la influenza en el otro brazo, por ejemplo en esta época de invierno. No hay ningún problema de aplicar dos vacunas en el mismo día, en los Estados Unidos se aplica hace mucho tiempo”, sostuvo.
De la misma forma, la inmunización puede aplicarse aún si el niño toma antibióticos, tiene un pequeño resfrío o un poco de tos. “No hay problema, no son contradicciones”.
En criterio del especialista, tampoco son ciertos los mitos de no bañarse o dejar de comer algunos alimentos tras aplicarse la vacuna, reportó ABI.
“Después de vacunarme no puedo bañarme, mentira, totalmente falso. Puedes comer carne roja o pescado. Puede hacer su vida totalmente normal después de vacunarse contra la covid- 19”, indicó el pediatra epidemiólogo.