Un documento que circula en las redes sociales describe que el estudiante universitario ingresó a la UMSA el 2002, tiene su registro de matriculación en cada gestión: 2003, 2004, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020.
La ANF confirmó a través de la UMSA que la información de dicho documento es real. Una autoridad indicó que efectivamente los datos son verídicos.
Quelali estudia en la carrera de Matemáticas en la facultad de Ciencias Puras y Naturales, es un estudiante “activo” y está ubicado en la categoría “general”, de acuerdo a dicho documento.
El tema cobra relevancia, después que se conoció que otro dirigente de la Confederación de Universidades de Bolivia, Max Mendoza, tiene una permanencia en la Universidad Mayor de San Simón, hace 25 años.
Además, Mendoza percibe un salario de casi 22.000 bolivianos mensualmente por ocupar un cargo en el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), instancia en la que el estamento estudiantil tiene representación, pero no correspondería que perciba un sueldo.
Los casos se han destapado luego de la tragedia en la Universidad Autónoma Tomás Frías de Potosí, que, a causa de pugnas de dirigentes estudiantiles por el control de la FUL, un grupo lanzó gas lacrimógeno en una asamblea causando una avalancha humana y la muerte de cuatro universitarias, reseñó ANF.
Un exdirigente de la FUL, que estuvo en la gestión de Quelali, dijo que el dirigente ejerce una tercera gestión en la dirigencia al margen de los estatutos, pues estos prevén como máximo dos gestiones solamente. “Hay excelentes dirigentes, buenos dirigentes, hay malos dirigentes, hay pésimos y creo que después está Quelali y toda su rosca”, afirmó a Cadena A.
El medio informó que existen asignaciones a la FUL, como Bs 200.000 para la implementación de un proyecto de bioseguridad, asimismo, un desembolso de Bs 390.000 para que una delegación de estudiantes viaje a Cuba a un congreso. El rector Oscar Heredia anunció que se solicitará un informe y auditoría.