Cuestionando la falta de apoyo estatal para actividades relacionadas al ecoturismo, el fortalecimiento de economías que respeten el medio ambiente, la producción de artesanías y los servicios ambientales, Cecilia Requena Zárate, senadora por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), afirmó que el país pierde una gran oportunidad para consolidar importantes fuentes de ingreso que desarrollen y mejoren la calidad de vida para habitantes de áreas protegidas.
La parlamentaria que en los últimos meses ha venido realizando trabajos de fiscalización en parques nacionales, denunciando los abusos de la minería ilegal en áreas protegidas del territorio boliviano, sostiene que el Eco-Turismo es la alternativa al extractivismo.
En declaraciones a EL DIARIO, Requena destacó el enorme potencial de zonas como el norte paceño, reconocidas a nivel mundial por su biodiversidad, señalando que con el apoyo respectivo, se podría contar con un polo de desarrollo que beneficie a los habitantes del lugar y genere ingresos para el país.
“El norte de La Paz es un lugar de un valor, no solo para el país sino para el mundo, que tendríamos que ser capaces de aprovechar ese valor para la gente del lugar, por ejemplo mediante la ampliación del turismo que ya venía siendo una alternativa para la región”, dijo.
Los cuestionamientos y críticas se dan al excesivo apoyo que desde el Estado se da a actividades que afectan el medio ambiente como la minería y la explotación de hidrocarburos, frente a la falta de políticas y normativas destinadas a promover el turismo que, pese a esta falta de atención, a encontrado las formas para ser la alternativa que se busca. “Ante esta falta de apoyo Estatal y a diferencia del extractivismo, el turismo ha generado ingresos”, sostuvo.
Sobre la importancia de fomentar esta actividad, Requena resalta el éxito que se ha alcanzado en países que aplicaron políticas serias para desarrollar su industria sin chimeneas, esto como un objetivo que fácilmente puede ser replicado en Bolivia.
“El turismo es una de las alternativas y de esta actividad viven países desarrollados muy exitosos. La gente está pagando por ver naturaleza, por escuchar un bosque sano que es increíble. Es un concierto de sonidos para ver animales, aves, cascadas y otros”, aseguró la parlamentaria.
En este aspecto, puntualizó que países como Costa Rica, cuyo territorio alcanza poco más de un tercio del departamento de La Paz, han generado millones de dólares solo con la actividad del Eco-Turismo, sin contar con territorios que, siquiera se parezcan a zonas como el Parque Nacional Madidi, declarado como uno de los territorios más biodiversos del mundo.
Precisó como otro aspecto a tomarse en cuenta para ser una alternativa al extractivismo, son las economías de producción que no alteren el medio ambiente y permitan generar ingresos para la población que habita las zonas protegidas y territorios en peligro de ser invadidos por actividades ilegales basadas en el extractivismo. A esto se suma la producción de artesanías y la atracción de recursos para servicios ambientales que mejoren la calidad de vida de la gente “sin destruir la naturaleza”.
“Hay economías del bosque en pie, por ejemplo tenemos la economía de la almendra y ahora tenemos recientemente la producción del cacao que es de clase mundial y otros frutos como el asaí”, sostuvo.
Requena lamentó la incapacidad del Estado y sus gobernantes en la búsqueda y aplicación de alternativas para evitar la proliferación de la actividad minera ilegal y el extractivismo depredador.
“Hemos sido unos inútiles como Estado para generar economías alternativas que deben estar planteadas con y no en contra del medio ambiente como ocurre ahora que, prácticamente es una guerra contra la naturaleza”, afirmó cuestionando que esta batalla está llegando a alcanzar límites peligrosos.
Finalizó señalando que las alternativas de fondo van por cambiar el modelo de desarrollo extractivista en transición, y Bolivia está en las condiciones de aplicar esta transición energética-productiva. “Esto tiene que ser una política estatal”, afirmó.
Según datos de la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, las llegadas internacionales a este país en 2019 alcanzaron la cifra de 3.139.008, lo que representa un aumento del 4,1 % con relación al 2018, dato que supera el crecimiento mundial del turismo y duplica el promedio de América. Estas cifras colocan al país centroamericano como uno de los líderes mundiales en el ámbito del turismo, actividad que es pilar fundamental para el desarrollo, la activación económica y la generación de empleos.