Dentro de la malla curricular y los textos oficiales de enseñanza escolar se denunció que se busca adoctrinar a los estudiantes con la “falsa narrativa” de que hubo un “golpe de Estado” en 2019, cuando Evo Morales renunció a la Presidencia, luego de ser acusado de fraude electoral.
El viceministro de Educación, Bartolomé Puma, justificó la inclusión del “golpe de Estado” en la malla curricular porque es una “realidad que vivimos en nuestro país”. No obstante, aclaró que los docentes pueden acudir a otra bibliografía luego de hacer un “análisis crítico”, para complementar su enseñanza.
La diputada Laura Rojas (Creemos) cuestionó esa intención del Gobierno e indicó que en diciembre ya se pidió un informe escrito al ministro de Educación, Édgar Pary, pero que hasta ahora no respondió.
“El partido de turno en el gobierno, el MAS, pretende lavar el cerebro a nuestros estudiantes con una falsa narrativa creada por asesores cubanos y venezolanos”, denunció la legisladora de oposición.
Hizo conocer que entre las preguntas que se planteó al Ministro de Educación se pidió que informe los criterios técnicos y objetivos utilizados para implementar materias despatriarcalización en la familia, igualdad de oportunidades, democracia y sistemas de gobierno, justicia social, creación de blogs y mesas de diálogo, entre otras materias, que por su denominación y contenido podrían “ser utilizadas para ideologización de género y adoctrinamiento en el área política”.
Por su lado, José Luis Álvarez, dirigente de maestros urbanos de La Paz, sostuvo que se improvisa el proceso enseñanza aprendizaje, debido a que se incluyen materias y se preparan a maestros para las mismas con cuatro horas de clases en dos días, lo que, para un profesional, por ejemplo para la materia de inglés, significan cinco años de estudio.
“El Ministro de Educación ha creado un método mágico”, sostuvo Álvarez al señalar que lo que a un profesional le cuesta cinco años de instrucción, al maestro ahora se le instruye en sólo cuatro horas.
También advirtió que el Gobierno apunta a la “privatización” de la educación, debido a que a los maestros de computación les pagan los padres de familia y no el Estado. Ahora, señaló que pasará lo mismo con las materias o áreas de inglés, idioma originario y otros.
Por su lado, el Monseñor Fernando Bascopé, presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, lamentó que no se dé prioridad a la calidad educativa con la malla curricular del Gobierno.
Sostuvo que no ve el apoyo de maestros y padres de familia para mejorar la calidad educativa, debido a que se encuentra actualmente con una “malla curricular unilateral” del Gobierno.
“La educación de niños debe ser que busca alcanzar la verdad con inteligencia y no llevarla unilateralmente con simplemente ideologías y no la verdad”, acotó.